La agonía de la salud

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En Arauca, con mayor intensidad que en el resto del país, estamos gastando tantos recursos como los países desarrollados, mientras la atención está al nivel de los países más atrasados. En el nivel departamental (es decir, sin considerar recursos municipales) se dispone de una cifra cercana a los $ 400.000 por persona y por año. Eso es lo que se desprende del estudio, Elementos para la Construcción de un Diagnóstico del Sector Salud en el Departamento de Arauca, realizado por el Grupo de investigación Ingeniería de la Salud de la Universidad Nacional de Colombia.

En consecuencia, la situación de salud pública del departamento de Arauca podría resumirse diciendo que se trata de una angustiosa paradoja: contando con recursos similares a los de los países desarrollados, se obtienen resultados sanitarios similares a los de los países más pobres del planeta.En medio de la cháchara santista de combate contra la corrupción y de preservación de los derechos de los ciudadanos, que se parece tanto a la uribista como un gemelo a otro -nacidos de la misma matriz de estos últimos veinte años de neoliberalismo- nos hallamos en la agonía de la salud pública.Los hospitales de los municipios en estado comatoso. Sus trabajadores sometidos al aberrante sistemas de contratos después de ser despedidos por un gobernador bravero y una asamblea dispuesta a aprobar lo que le pusiera por delante con tal de congraciarse con el dueño del presupuesto. Los puestos de salud cerrados. El Hospital San Vicente de Arauca, el más importante del departamento, agónico. Los hospitales de los otros seis municipios reducidos a puestos de salud.

No se han alcanzado las coberturas. Las infecciones respiratorias y la enfermedad diarreica aguda en Arauca están por encima de las tasas esperadas. Las tasas de mortalidad infantil son muy superiores al promedio nacional con un indicador que es de suma gravedad: la mayoría de los niños fallecidos pertenecen a familias que no tienen ninguna educación formal o apenas la primaria incompleta. Las coberturas de vacunación son más bajas que, por ejemplo, las de Bogotá, Antioquia y Valle.Y estos increíbles resultados, increíbles por lo pésimos, son fruto de la conjunción de dos perversiones: la ley 100 con su aseguramiento privado que ha conducido a que la mayor parte de los recursos los succionen –se los mamen se diría en buen costeño- las aborrecidas EPS; y a la frondosa corrupción e ineptitud de la dirigencia política santo-uribista. No sobra señalar que ambas cosas vienen a tener el mismo origen, la política neoliberal que erigió a la corrupción –el contrato con su comisión hasta para barrer una acera- en tanto prohibió nombrar barrenderos y celadores. Política que en el afán de didactismo de esta casta de tecnócratas se vendió con el cuento de que el Estado debía de ser menos barrigón para ser más cabezón.Por lo menos en el sector salud en Arauca ha conducido a que la Unidad Administrativa Especial, la célebre UESA, carezca de recursos humanos porque se acabó con la planta de personal.

Cuando se liquidó abusivamente IDESA, el instituto de Salud de Arauca, con el objeto de despojar de sus derechos laborales a centenares de trabajadores de los hospitales se afirmó por sus ejecutores que era para crear un organismo que vigilara la salud. Pues bien, nada de eso fue verdad. Y ahí estamos en la peor de la crisis, intervenidos además por la superintendencia, que en lugar de arreglar los problemas los empeoró.Y como en un chiste se ha creado una maraña de normas para evitar la corrupción local.

Cosa que, por supuesto no se logra, pero en cambio si se bloquean las inversiones que podrían ser útiles. Así, nos quedamos con el pecado y sin el género.¿Qué sucederá? ¿Será la salud rescatada por la reforma que ha presentado Santos? ¿Se curarán las úlceras ultrajantes de la corrupción? Desgraciadamente no. La reforma no va encaminada a acabar con el aseguramiento privado de las EPS sino a fortalecerlas y concentrarlas para que sigan con más vigor desangrando a los habitantes de Colombia y a Arauca.

Y en cuanto a la corrupción, cómo será el combate cuando las listas de los partidos de la Unidad Nacional pululan de aquellos que han manejado este país y este departamento con los resultados que todos conocemos.Queda el camino que han venido andando los trabajadores de la salud y las comunidades con sucesivos paros y movilizaciones.

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