Por: José Fernando Valencia Grajales y Mayda Soraya Marín Galeano. REDIPAZ
La historia de la paz concurre con la guerra como elemento vital, es decir, si no existe o no ha existido, la paz no cobra sentido. Esto porque la guerra tiene ciertas finalidades: la primera, el saqueo; segunda, la conquista; tercera: la imposición; cuarta, la homogenización; y, finalmente, la apropiación de aquello que se entendía ajeno.

Para abordar la presente investigación de la relación de la paz como concepto y práctica, se utilizó la metodología histórica y el método crítico planteado por Renzo Ramírez Bacca como sucesión cronológica de acontecimientos que permite conocer la evolución y desarrollo del tema planteado dentro de la contextualización, y revela la historia del fenómeno analizando la proyección concreta de la hipótesis en un contexto historiográfico determinado (Ramírez Bacca, 2010, p. 43), aunado a lo dicho por Bloch (1995, 2012) y Colmenares (1997), donde la interpretación es primordial, comprendiendo la historia que trae el documento desde su interior, donde los actores son tratados como sujetos, compenetrándose con el texto para entenderlo, manteniendo la unidad del hecho con su valoración y el contexto de su tiempo (Dahlgren & Florén, 1996).
Aunada a ella se utilizaron elementos de las metodologías mixtas y el análisis del discurso de Teun Adrianus van Dijk (2000, 1999) (Blaxter, Hughes, & Tight, 2002)
Historia de la paz
La historia de la paz concurre con la guerra como elemento vital, es decir, si no existe o no ha existido, la paz no cobra sentido. Esto porque la guerra tiene ciertas finalidades: la primera, el saqueo; segunda, la conquista; tercera: la imposición; cuarta, la homogenización; y, finalmente, la apropiación de aquello que se entendía ajeno.
Sin embargo, si la guerra no logra los objetivos anteriores o no logra imponerse, el resultado es una guerra crónica, por etapas o estallidos constantes o intermitentes.
Pero entre periodo y periodo se pueden presentar elementos de paz o seudopaz, es decir, una paz impuesta a sangre y fuego o pacificación; otra, una paz vulnerable o momentánea; luego se puede dar una paz tolerante, que no está ajena a brotes de guerra, y finalmente una paz comprensiva, fundada en el entendimiento y reconocimiento del otro distinto como mi par o igual. Dichas formas se han percibido a lo largo de la historia.
Roma
La paz en la Roma clásica se fundamenta en lo que se ha denominado periodos de amplio control y ausencia de guerra interna, es decir, son periodos de calma civil y seguridad exterior y que se condensan en un poco más de 10 periodos (Melko & Weigel, 1981), y que tiene su culmen en la conocida Pax Romana o Augusta dentro del periodo de un poco más de dos siglos en la dinastía Flavia- Antonina, que según Gaius Cornelius Tacitus, en su texto sobre Cneo Julio Agrícola, describe bien en el Discurso de Calgaco a los caledonios:
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