Académicos de América Latina expresan solidaridad con las justas luchas del pueblo colombiano.

Linea Conflicto Social y Paz

Por: Firmantes

Como académicos expresamos nuestra solidaridad al pueblo colombiano y nos ponemos a disposición para ser parte de una gran diálogo nacional. Creemos que el papel de la producción de conocimiento debe mantenerse del lado de la justicia, del derecho, del bienestar de la gente, los pueblos, las comunidades étnicas, campesinos, obreros, estudiantes, mujeres, niños, niñas, de la defensa de la vida, de la madre naturaleza; no ser correas de transmisión del poder instituido y la violencia. La construcción de paz nos corresponde a todos y a todas.

 

 

paz claip

Comunicado frente a los hechos recientes de movilización social y ciudadana en Colombia
Mayo 3 de 2021

En Colombia, a pesar de haberse firmado un importante Acuerdo de Paz, se mantienen las condiciones sociales de profunda desigualdad, pobreza y concentración de tierras. Para muchos hogares, la pandemia ha implicado la agudización de los fenómenos asociados al desempleo y al deterioro de la calidad de vida, exacerbando la sensación de inestabilidad, incertidumbre y deseperanza de las familias que temen mucho más a los efectos socioeconómicos de la crisis que al propio virus. Además, la reconfiguración de las dinámicas del conflicto armado, el asesinato de líderes sociales y excombatientes firmantes del acuerdo de Paz, y más recientemente las decisiones políticas tomadas durante la pandemia, que incluyen la reforma tributaria, mal llamada Ley de Solidaridad Sostenible, el proyecto de reforma al sistema de Salud Ley 010 , entre otras, han llevado este 28 de abril a reiniciar las jornadas de movilización ciudadana que venían en aumento desde noviembre de 2019, poniendo en evidencia el creciente dolor social entre los colombianos, y el reclamo por un proyecto para un presente y futuro dignos para las nuevas generaciones.

La protesta pacífica es un derecho que debe ser garantizado y como académicos no podemos caminar de espalda a los acontecimientos que aquejan a la sociedad. Abogamos por unas condiciones sociales de respeto, en el que la participación democrática sea real, efectiva, eficiente. Llamamos a la academia en América Latina a tomar una posición más activa por la defensa de los derechos y por la construcción de condiciones de vida justas, equitativas, condiciones propias de una sociedad que construye paz.

En distintas ciudades del país la gente se ha venido manifestando, y lo sigue haciendo en las calles, a pesar de la brutal e ilegítima represión con la que el Estado ha querido establecer su posición frente a una serie de demandas consecuentes con la experiencia de un mundo en convulsión por una normalidad enferma y devoradora, cuyo velo ha caido al piso a causa de la pandemia. La virulencia de esta crisis es “magnificada por un modelo civilizatorio que antepone los intereses particulares sobre los derechos universales, que privatiza los beneficios y socializa las pérdidas, que estimula la acumulación de unos pocos a costa del despojo de muchos, y que impone una cultura política depredadora de la vida” .

Llamamos la atención urgente sobre el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza pública, las detenciones arbitrarias de manifestantes y personas defensoras de los derechos humanos, con el objetivo de reprimir, disolver e impedir la protesta social. Exigimos vigilar y hacer control al abuso militar, que en ninguna circunstancia puede permitirse ni promoverse; al contrario, deben abrirse las investigaciones y sanciones correspondientes. Además, exigimos que la prensa y los medios nacionales se abstengan de declaraciones que difamen, deslegitimen y estigmaticen la movilización social. Más de 60 años de guerra en Colombia deberían ser suficientes para comprender que un conflicto caracterizado por la falta de garantías, la falta de respeto por los derechos y el uso indiscriminado de la fuerza pública, es un conflicto que puede y debe tramitarse a través del dialogo incluyente y transformador.

El gobierno nacional, el pasado 2 de mayo, el Ejecutivo ha decidido revisar la actual propuesta de reforma, apelando a la democracia en Colombia, apoyamos las voces que demandan la revisión de otras formas financieras viables para recaudar recursos y no afectar o empobrecer al pueblo colombiano, que aproximadamente en un 50% vive en condiciones de pobreza. Hacemos un llamado al actual gobierno a deponer sus intereses, marcar el camino del diálogo real, del empoderamiento comunitario, no seguir caminando por la ruta de la soberbia y arrogancia, urge reconocer los males que aquejan al pueblo y ahondar en la búsqueda de soluciones reales. La participación real de las comunidades en sus territorios y en lo nacional, es la vía para la construcción de un país diverso, con justicia social, equidad, respeto, cuidado por el medio ambiente, un país que pueda poner en su centro la construcción de una paz transformadora. Se han sugerido formulas por parte de las organizaciones sociales y gremios que deben ser atendidas en el marco de esos diálogos amplios y transformadores, ahora que se ha anunciado que la movilización y el paro se mantienen.

Como académicos expresamos nuestra solidaridad al pueblo colombiano y nos ponemos a disposición para ser parte de una gran diálogo nacional. Creemos que el papel de la producción de conocimiento debe mantenerse del lado de la justicia, del derecho, del bienestar de la gente, los pueblos, las comunidades étnicas, campesinos, obreros, estudiantes, mujeres, niños, niñas, de la defensa de la vida, de la madre naturaleza; no ser correas de transmisión del poder instituido y la violencia. La construcción de paz nos corresponde a todos y a todas.

Firman:

Comité organizador XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz

Consejo Latinoamericano de Investigación para la Paz – CLAIP

Red Interuniversitaria por la Paz (REDIPAZ)

Grupo de Investigación y Editorial Kavilando

Instituto de Pensamiento y Cultura Para América Latina (IPECAL)

Universidad Externado de Colombia

International Peace Research Association

Individual

Utah Valley University

KSU

Professor of philosophy, professor of justice and peace, Georgetown University

Gustavus Adolphus College

University of Otago

University of British Columbia

The University of British Columbia

Kent State University

International Institute on Peace Education

Global Campaign for Peace Education / International Institute on Peace Education

Boston University - School of Theology

Boston University School of Theology

Apoyos individuales: Diana Marcela Agudelo, Matt Meyer, Robin, Michael MInch, Maia Hallward, Mark Lance, Seán Easton, Professor Richard, Jackson, Margo Tamez, Dr. Hugo De Burgos, Dr. Sara Koopman, Betty A. Reardon, Tony Jenkins, Oscar Guana Osorio, Rose Percy

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