Por: Manuel Humberto Restrepo Domínguez
Resulta por lo menos engañosa la pretensión de reconocidos alentadores y devotos de la guerra de obtener votos en nombre de la paz, para alcanzar su elección reelección en un cargo legislativo. La ratificación de la paz, convirtiendo los acuerdos de una negociación en leyes y políticas responde a un complejo proceso de construcción social colectiva y no puede volver a ser sometido al escrutinio de quienes la usan como slogan.