Por: Yair Cybel y Sebastián Furlong
El crecimiento de los grupos evangélicos y el retroceso histórico del catolicismo, junto a la diversificación de prácticas e identidades religiosas, son parte del conjunto de realidades que imprimen una nueva configuración a los vínculos entre el campo religioso, el Estado, las clases populares y la política en la tercera década del siglo XXI.