Por: Marlon Estiven Osorio Jimenez.
Y es que la clase dominante de cada época, ha encontrado siempre la forma de debilitar las organizaciones sociales. En un tiempo, la forma más directa fue la violencia, y aunque hoy hay un escalamiento en el asesinato y las amenazas a líderes y procesos sociales, a esto se le suma la estrategia burocrática señalada por Ramiro Vélez, mediante la cual, la institucionalidad minimiza la autonomía de las organizaciones y, por lo tanto, su nivel de incidencia política.