Por: Autores*
El falso positivo, como operación política y militar sucia que justifica acciones beligerantes, se ha convertido en un instrumento manipulador de Estados y corporaciones para encausar guerras internas y externas, además de posicionar empresas o productos. Es éste, uno entre los cientos de acercamientos que se pueden realizar al estudio de la manipulación y la deformación de la realidad social a la que recurren Estados y organizaciones para consolidar su poder político, económico y social.