Desde finales del mes de abril, y durante todo el pasado mes de mayo, se ha suscitado un intenso debate entre las organizaciones sociales y de derechos humanos en torno a la grave situación de persecución estatal y mediática que, durante todo el año, se ha venido desarrollando en torno a la actividad que estas organizaciones realizan en las comunidades, en aras de la defensa de los derechos de los sectores y movimientos sociales. El debate ha surgido a partir de un comunicado de prensa de la agencia IPC, donde se devela que, según informes de inteligencia de la IV brigada y el CTI, los partidos políticos Alianza social indígena y Polo Democrático Alternativo, además de un número bastante grande (más de 30) de organizaciones sociales, de derechos humanos, movimientos estudiantiles y sociales, serían supuestamente organizaciones fachada de las FARC, y de su brazo político, el partido comunista colombiano clandestino (PC3).
Territorio Y Despojo
Cambio de estrategia en las ejecuciones extrajudiciales
CLAUSTRO DE PROFESORES DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQ
EL CLAUSTRO DE PROFESORES DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, quiere hacer públicas las siguientes reflexiones.
Antecedentes:
1. El día 12 de mayo del presente año, fue ampliamente divulgado por algunos medios de comunicación social, un documento de la Agencia de Prensa IPC (Instituto Popular de Capacitación), que da cuenta de un informe de inteligencia preparado por el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI), en coordinación con la IV Brigada del Ejército, en el cual se señala, entre otras, a algunas organizaciones sociales, políticas, culturales, sindicales, defensoras de los derechos humanos, de hacer parte del organigrama del Partido Comunista Clandestino Colombiano (PCCC).
TOQUE DE QUEDA
SOBRE LA RECIENTE IMPOSICIÓN DE UN NUEVO “TOQUE DE QUEDA” EN LAS COMUNAS DE MEDELLÍN.
En los últimos días han salido en diversas comunas de la ciudad de Medellín panfletos amenazantes contra “prostitutas”, “viciosos”, “prepagos”, “sidosas” y demás personas que, consabidamente, entran en las prácticas de lo que, consuetudinariamente, y en una siniestra interpretación de los males de la sociedad, se ha dado en llamar “limpieza social”.