Por: Pablo Beltran, delegación de Paz ELN
Intervención de Pablo Beltrán el pasado 30 de mayo, ante un Foro de víctimas de la toma guerrillera hecha por el ELN en la iglesia La María de la ciudad de Cali.
En nombre de la Delegación de Diálogos del Ejército de Liberación Nacional quiero saludarlos y explicar hoy, 20 años después de los hechos de La María del 30 de mayo del año 99, cuáles son las reflexiones a que hemos llegado en el ELN, sobre este caso.
- “Pasar la página de la guerra”
Primero, para nosotros estar en este proceso de solución política del conflicto significa de verdad y de buena fe, a que entre todos -y en lo que nos corresponda a nosotros colocaremos el esfuerzo a que haya lugar- pasemos la página de la guerra, es un compromiso de todos los colombianos y colombianas, un esfuerzo por Colombia y una visión común de paz.
Un político muy famoso en Colombia decía que había que “hacer un acuerdo sobre lo fundamental”, esto es lo que va a sacar adelante a Colombia. En esta óptica de buscarle una solución política al conflicto, es que nosotros hacemos la reflexión sobre hechos como este que fueron tan tremendos.
- Reconocer a las víctimas
Cuando nosotros firmamos el 30 de marzo del 2016 una Agenda de Conversaciones con el Estado colombiano, en el Punto 4 de esa Agenda se dice textualmente que “el Estado y el ELN vamos a reconocer a las víctimas, vamos a reconocer los derechos de las víctimas”, esto para nosotros no es un papel más, es un compromiso, otra cosa es que hoy el Estado desconozca esa Agenda, pero para nosotros tiene validez, además de la validez que da el papel firmado ante seis Países Garantes para nosotros es un compromiso hacia adelante.
¿Qué quiere decir reconocer los derechos de las víctimas? Entender que en acciones de guerra cualquiera de las partes, en este caso el ELN cuando hace una acción de este tipo genera unas afecciones físicas, morales, emocionales. Nosotros hemos llegado a la conclusión que en este caso de La María hay dos tipos de víctimas, una primera son las cerca de 200 personas que estuvieron en ese caso y la otra víctima es la Iglesia Católica colombiana.
Nosotros cuando hacemos este tipo de acciones militares las realizamos con propósitos económicos o políticos, la de La María tenía ambos propósitos.
- Pedimos perdón
Hoy 20 años después, el ELN ha reflexionado sobre esto y estoy seguro que acciones de esta magnitud no van a estar dentro de nuestros planes, pero además una acción en un centro religioso como la iglesia de La María, por supuesto que fue un error hacerla.
En su momento el primer comandante del ELN Nicolás Rodríguez Bautista pidió perdón por este error. En esos días en que ocurrieron los hechos de La María había una Delegación del ELN que estaba en una gira por Europa, precisamente en ese momento estaba sien- do recibida en el Vaticano por el finado Cardenal Castrillón. Allá delante de autoridades entre ellos el Cardenal, el comandante del ELN pidió perdón por esta acción; algunos de ustedes se acordarán, esto lo registró la prensa colombiana, en su momento el ELN ya reconoció esto como un grave error.
- Cada parte repara a sus víctimas
Quiero detallar cómo entendemos en el ELN reconocer a las víctimas y los derechos de las víctimas. En una guerra cruenta como to- das, en especial ésta que es una guerra interna que ya va acercándose a los 70 años las afecciones son múltiples, de todo orden y las víctimas son millones de personas; entonces cuando nosotros decimos derechos de las víctimas hablamos de todas las víctimas, o sea las que han hecho desde el Estado, las élites, el régimen, las clases gobernantes en Colombia; y las que hemos hecho organizaciones revolucionarias como el ELN que somos fuerzas populares de abajo.
Nosotros tenemos dos convicciones frente a esto. La primera, el es- fuerzo por reconocer las víctimas es un esfuerzo bilateral que significa en el caso nuestro, que nosotros el ELN reconocemos y les debemos explicaciones y reparaciones a las víctimas que hemos producido; pero a su vez el Estado, las élites, las clases gobernantes se deben a las víctimas que han producido.
Si solamente una parte hace el ejercicio de reconocer las víctimas esto queda cojo; nuestro llamado es a que mantengamos esta visión, el esfuerzo por reconocer las víctimas es de ambas partes.
- “Dar el primer paso”
Lo anterior no quita para que nosotros como ELN demos el primer paso, ustedes se acordarán que cuando vino el Papa Francisco a Colombia en septiembre del 2017, su mensaje inicial fue este: en la paz hay que dar el primer paso. Nosotros estamos dispuestos a dar el primer paso y esto que yo hago hoy con ustedes, es parte de ese primer paso, que exige y les recuerda a las clases gobernantes que en consecuencia tienen que dar el paso de reconocer a sus víctimas.
Para nosotros es un asunto de convicción dar este primer paso y le reclamamos a la otra parte que del suyo, pero nosotros no vamos a esperar a que ellos den un paso para nosotros dar el nuestro. El que damos hoy -y lo hemos dado en otros casos-, lo damos por conciencia, porque creemos que es el camino para pasar la pági- na de la guerra en Colombia.
- “Verdad toda, Verdad todos”
Cuando se habla de derechos de las víctimas todo el mundo ha- bla de verdad, nosotros hemos acuñado un lema que nos parece válido y quiero comentárselo a ustedes: “Verdad toda, Verdad to- dos”. Para que esto se arregle, todos tenemos que decir la verdad y toda la verdad, no un pedacito y lo demás hacer el esfuerzo por taparlo, no, es “Verdad toda, Verdad todos”.
Si no hay esa “Verdad toda, Verdad todos”, cada parte no vamos a asumir responsabilidades y la manera para que este conflicto siga, es que cada uno diga que “no debe nada”. Mientras el país sigue en “el fondo de la olla” porque nadie debe nada, nadie asume responsabilidades, nadie da la cara. ¡No señor! Hay que dar la cara por lo que cada uno hace y ha hecho.
Cuenten con la verdad de lo que nosotros sepamos, cuenten con que nosotros damos la cara, cuenten con que nosotros asumimos responsabilidades y no es por cinismo, es un sentido de la responsabilidad histórica, porque si esto no se asume el futuro de Colombia va a ser la guerra perpetua, y nosotros estamos totalmente decididos a que ese no sea, a que el futuro de Colombia como nación viable sea la paz, la solución política, la democratización.
Si hay verdad hay asunción de responsabilidades y habiendo asunción de responsabilidades hay posibilidades de justicia, de reparación, de compromisos de no repetición y lo que es más importante que haya reconciliación; para que dejemos atrás los odios, las venganzas y los re- sentimientos, y que se abran espacios para que haya perdón.
Las únicas que conceden perdón son las víctimas, los que algo debemos satisfacemos a las víctimas contando la verdad, diciendo en este caso como el de La María, que nos equivocamos gravemente, consideren las condiciones y ustedes son los que dan o no dan perdón, nosotros cumplimos con la parte que nos corresponde.
- No olvido
En este conflicto interno no solamente tiene que haber verdad, además no puede haber olvido. Lo que yo hago hoy aquí de par- ticipar delante de ustedes es ayudar a que no haya olvido.
A las nuevas generaciones de colombianos les debemos que haya verdad y que no haya olvido, para que esto nunca más vuelva a ocurrir, así ellas van a empoderarse en una lucha por la paz, la solución política, la democracia, porque los conflictos los resolvamos de manera no violenta; este es nuestro llamado y nuestro aporte.
- Conciliar una visión común de paz
Cuando nosotros decimos que buscamos la conciliación, decimos que buscamos una solución política; este Gobierno no ha querido nombrar su Delegación de Diálogos, esperamos que lo haga, las ordenes que tenemos nosotros es no levantarnos de la Mesa de Conversaciones, insistir en que hay una Agenda firmada, insistir en que el camino es la solución política y que hay que pactar unos Cambios Básicos Urgentes, que hay que sacar la violencia de la política, que hay que ponerle fin al conflicto armado y todo eso se logra si hay una construcción de una visión común de paz, ese es el horizonte al que nosotros le apuntamos.
Diferimos de ese sector de colombianos que consideran que el futu- ro de Colombia es la guerra perpetua, no, esto lo pensará algún ex presidente, lo pensará el presidente de Estados Unidos, pero para los colombianos el futuro y lo que nos vuelve una Nación viable, es que no haya conflicto interno, que no haya guerra con Venezuela, que estos nubarrones de guerra tanto interna como entre Estados se despejen. Lo único que vuelve viable a Colombia es la paz, en este sentido es que nosotros caminamos.
- Construir unas mayorías por la paz
Para terminar, el llamado que nosotros hacemos desde esta Dele- gación de Diálogos, es a que conformemos unas mayorías nacio- nales por la paz. ¿Cuál paz? Cada uno aportara una parte para que esto de verdad avance, para que cesen los sufrimientos de mi- llones de gentes; ustedes saben, hay unas condiciones de despojo de la vida y del territorio muy grandes, en alza.
“La verdad es particularmente difícil porque nos aboca a poner en evidencia responsabilidades e intereses. Tiene que cambiar la forma de dirigir el Estado, tienen que cambiar los partidos políticos, debe cambiar la manera en la que planteamos la economía, la forma como desarrollamos el campo, tenemos que cambiar nosotros mismos.”
Francisco De Roux SJ, Presidente de la Comisión de la Verdad, 28-05-2019
Veinte años después de La María la guerra sucia y el paramilitaris- mo siguen, veinte años después de La María hay un exterminio de líderes sociales y comunitarios, todo esto lo hacen para que esos territorios sean objeto de grandes proyectos económicos, extracti- vos, de infraestructura, de daño al medio ambiente.
Colombia puede progresar y podemos usar nuestra biodiversidad y recursos, pero consultando las comunidades, para eso hay Consul- tas Previas teniendo en cuenta el medio ambiente. La explotación acelerada de recursos no le deja nada a las nuevas generaciones, todo esto lo podemos discutir y todas estas discusiones y diferen- cias las podemos dirimir políticamente sin acudir a la fuerza.
Nuestro llamado es a que construyamos unas mayorías nacionales por la paz, que caminemos muchos millones de colombianos en la vía de una solución política de los conflictos, para que el despojo y el exterminio cesen, terminen.
- El fin de la resistencia
Organizaciones como la nuestra dejaríamos de estar en resisten- cia, si cesa el despojo y el exterminio, así organizaciones rebeldes y alzadas en armas como la nuestra no tendrían sentido y las luchas por el poder se podrían desarrollar por otros caminos sin acudir a la violencia. Este es el sueño y la esperanza que va a volver viable a Colombia, como una nación democrática y soberana.
Muchas gracias.