Por: Ciudadanías para la pa y REDIPAZ
Es fundamental desmantelar los entramados paramilitares y de connivencia que estos grupos criminales de alto impacto han tejido en los territorios urbanos
Medellín, 29 de febrero de 2024
Los territorios urbanos merecen una paz territorial coherente y transformadora
Ciudadanías para la paz y la Red InterUniversitaria por la Paz (REDIPAZ), somos plataformas nacionales comprometidas con la construcción de la paz y la transformación de las condiciones de desigualdad, pobreza, exclusión y violencia para hacer posible una paz territorial urbana. Continuamos insistiendo en una solución negociada a los conflictos que subyacen al recrudecimiento de la violencia armada en el territorio. Sin embargo, expresamos nuestra preocupación ante los actuales procesos de “negociación” y diálogos con diversos “grupos criminales de alto impacto” en la ciudad de Medellín y el Valle de Aburrá.
El 28 de abril de 2023, el alto comisionado para la paz Danilo Rueda, junto a la senadora Isabel Zuleta, llevaron a cabo una rueda de prensa en las afueras de la cárcel de Itagüí para anunciar el inicio de una "fase dialógica" con algunos grupos armados del Valle de Aburrá. Según Jorge Mejía Martínez, facilitador de la Paz Urbana del Gobierno Nacional, al menos un 95% de los grupos armados criminales de Medellín están participando en estas negociaciones.
Es preocupante que este proceso inicie bajo el amparo jurídico de la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005), ya que la Ley de Sometimiento no ha sido aprobada por el Congreso. Recordamos los efectos decepcionantes de la desmovilización de las estructuras paramilitares en 2006, que resultaron en una reconfiguración y reciclaje del conflicto armado y de las estructuras delictivas a mediano plazo.
Hacemos un llamamos a una coherencia en el proceso sociojurídico que se llevará a cabo con estas estructuras armadas. Es urgente exigir claridades sobre el marco jurídico que regirá el principio de oportunidad para el sometimiento de estas bandas criminales y sucesoras del paramilitarismo. Esperamos que este proceso le permita a la sociedad conocer la verdad jurídica y procesal sobre los actores políticos y económicos involucrados en las actividades criminales, así como las redes de connivencia con la fuerza pública colombiana y diversas instituciones estatales.
Es fundamental desmantelar los entramados paramilitares y de connivencia que estos grupos criminales de alto impacto han tejido en los territorios urbanos. Instamos a que los procesos de diálogo y sometimiento jurídico, basados en el principio de oportunidad, permitan desarrollar nuevos proyectos de vida que transformen las realidades de las juventudes y comunidades que han sido reclutadas y vinculadas a estos grupos.
Es importante desarrollar una caracterización rigurosa de los grupos criminales de alto impacto y las redes-tejidos que han constituido. Es necesario identificar y determinar la labor de facto que han desempañado como ordenadores del territorio, loteo, construcción; en el disciplinamiento criminal social y juvenil; el control de negocios lícitos, la coerción extorsiva, entre otras variables.
Así mismo, es necesario investigar los métodos y mecanismos utilizados por estas estructuras armadas para el lavado de dinero y activos, así como sus relacionamientos con el poder político y empresarial, y su vinculación con las fuerzas armadas en sus diferentes niveles.
Como Ciudadanías para la Paz y REDPAZ, estaremos atentos al desarrollo de estos procesos y continuaremos abogando por una paz territorial que responda a las necesidades y aspiraciones de todas las comunidades afectadas por la violencia urbana.
¡Ciudadanías para la paz en el Valle de Aburrá y REDIPAZ continuamos tejiendo transformaciones y haciendo posibles utopías para la paz territorial!
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