Por; ANP
proponemos desde la ANP un cambio estructural al modelo de sistema de salud actual, que implica pasar de la lógica mercantilista y centrada en la enfermedad, a un modelo basado en la salud y en la ATENCIÓN PRIMARIA EN SALUD CON ENFOQUE DIFERENCIAL, TERRITORIAL E INTERCULTURAL, bajo el principio de equidad
Manifiesto Popular por la Salud de los Pueblos:
La salud popular en resistencia, bajo una propuesta por nuestros derechos fundamentales, más allá del neoliberalismo en crisis
Desde la 2a Asamblea Nacional Popular (ANP) llevada a cabo en Cali del 17 al 20 de Julio de 2021 en la Universidad del Valle, se sienta la siguiente declaración o Manifiesto Popular por la Salud de los Pueblos desde los territorios, la disputa popular por la salud, la ancestralidad y la autodeterminación:
La movilización de la salud es resultado de la movilización social, no le pertenece a los gremios, a las EPS, al pésimo gobierno de Iván Duque, a los partidos políticos, ni a las organizaciones médicas y de la salud; le pertenece a cada niña, niño, a los pueblos campesinos, nativos, afro, raizal, gitano y palenque; a cada expresión barrial, de género, rural y comunitaria, que nunca han sido recogidos por la fallida, sobre diagnosticada y reformada ley 100 del 93, salvo en los escritorios y la retórica. En el país en el que hasta los muertos se vacunan contra la covid-19 excepto comunidades dispersas, y en el que los vivos son desaparecidos por exigir derechos fundamentales, está demostrado que fueron las líneas de lucha comunitaria quienes lograron enfrentar la arremetida que tuvieron los partidos de gobierno con la perversa propuesta de Reforma a la Salud (Proyecto de ley 010 de 2021) y lograron su hundimiento.
En este sentido, proponemos desde la ANP un cambio estructural al modelo de sistema de salud actual, que implica pasar de la lógica mercantilista y centrada en la enfermedad, a un modelo basado en la salud y en la ATENCIÓN PRIMARIA EN SALUD CON ENFOQUE DIFERENCIAL, TERRITORIAL E INTERCULTURAL, bajo el principio de equidad; con total reconocimiento de las diversidades sexuales dentro de sus políticas, visibilizando las violencias obstétricas (y todo tipo de violencias basadas en género) para su prevención y erradicación; con especial énfasis en el abordaje integral de las personas con discapacidad y sus cuidadorxs, no bajo la miseria de la TELETON ni desde el estado, nación y sociedad discapacitante, sino a través de la promoción de sus derechos, desde el goce efectivo e incluyente del trabajo, educación y salud con las comunidades, con roles principales, propositivo y vinculante; y una atención real de los adultos mayores que se encuentran en situación de pobreza y abandono estatal Así mismo, se propone construir enfoques diferenciales con todos los pueblos nativos, raizales, campesinos, afros, palenque y gitanos, en los cuales se respete y promueva la oralidad, ancestralidad, costumbres y medicinas tradicionales y se alcance el buen vivir y el vivir sabroso en comunidad.
Proponemos también que la población migrante tenga un enfoque cultural propio y sanitario para el acceso a la salud; exigimos para la población privada de la libertad el cumplimiento de planes de vacunación, promoción de la salud y prevención de la enfermedad que no son garantizados durante la estancia carcelaria; todo lo anterior fortaleciendo el necesario papel rector que deben tener las entidades territoriales de salud a nivel nacional y local.
Finalmente, frente al desastroso manejo de la emergencia sanitaria por la COVID-19 por parte del nefasto gobierno de Iván Duque proponemos la generación de veedurías populares al plan de vacunación y, en general, a las políticas públicas sanitarias implementadas, que como el Modelo Integral de Atención en Salud fueron un fracaso. Del mismo modo, insistimos en la urgencia de la liberación de patentes de vacunas para poder avanzar hacia un sistema de vacunación universal y sin barreras.
Conocemos, por ser también estudiantes y trabajadores/as de la salud, las precarias condiciones laborales a las que son expuesto los obreros de la salud, mal llamados “colaboradores”, a quienes con frecuencia le son atropellados sus derechos con retrasos en el pago de salarios, con autonomía profesional limitada al tener que obedecer a los intereses de las EPS, llevados a responder a irrisorias ofertas laborales tendientes a la precarización laboral e incluso expuestos a laborar sin protección ni garantías al inicio de la pandemia. Éstas y otras situaciones nos llevan a hacer un llamado a la movilización masiva, a un PARO NACIONAL tanto de personal asistencial como administrativo del sector de la salud, que tendría como hora cero un día del mes de octubre y en el que se proponer una duración de 96 horas de resistencia.
Nos oponemos a la intermediación, quiste innecesario de la salud, e insistimos en la derogación de la ley 100 y la construcción de un sistema de salud público, universal, gratuito, intercultural y de calidad; construido con todos los sectores sociales y no solo con los sectores hegemónicos de la medicina cercanos a Iván Duque y a exministros de Salud como Alejandro Gaviria que comulgan con los intereses de banqueros y saqueadores de nuestros impuestos. Los escritorios y trinos sin lucha territorial y comunitaria no nos representan, con esto invalidamos a cualquier expresión organizada que se tome la vocería de la salud por el simple hecho de que, mientras algunos espacios ponen sus letras e intereses, los territorios ponen los muertos.
Hacemos un llamado a la resistencia global con una propuesta de sistema de salud desde la Atención Primaria en Salud y el goce efectivo del derecho a la salud, con todos los frentes alternativos sociales y sanitarios, e invitamos a todas las organizaciones sociales y populares de Colombia a formar parte de la ANP.
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