Una famosísima fabula de Esopo titulada “La zorra y las uvas” cuenta que cuando una zorra vio unos hermosos racimos de uvas bien maduras, relamiéndose de ganas intento alcanzarlas de diversas formas. Como no logró su objetivo, para auto consolarse la zorra se dijo a sí misma: que me importa al fin y al cabo “esas uvas no están maduras”.