La servidumbre simbólica, una de las tantas manifestaciones del autoritarismo, que de manera tan aguda devela el ensayista y poeta Carlos Fajardo en una de las lúcidas columnas publicadas en este medio y recogidas en el libro de ensayos “Los rostros del autoritarismo”, tiene expresiones tan dolorosas como invisibles a los ojos de muchos de nuestros confabuladores. Una de ellas se manifiesta en la Universidad, en la que discurre, de manera solapada, la lógica implacable del mercado y sus correlatos discursivos con los que se enmascara, en la retórica de un humanismo trastocado y en la aparente precisión del lenguaje técnico-científico, el adoctrinamiento exquisito, la servidumbre simbólica de la Universidad a los fines del neoliberalismo.