La contienda de quienes ocuparán la Alcaldía, Concejo y Juntas Administradoras de la ciudad, es cada día más fuerte y las apuestas de los sectores políticos, económicos y sociales están divididos en torno a quienes serán los ganadores. Sin embargo, lo que nadie se ha preguntado o no se ha querido preguntar es: ¿Cuáles son las preferencias electorales o intereses económicos, políticos, territoriales, entre otros, que podrían tener las tres estructuras para-mafiosas, entiéndase facción de alias Sebastián, facción de alias Valenciano, y los llamados Urabeños, que a través de las más de 400 bandas hacen presencia en la periferia y centro de la ciudad?
La repartija territorial, económica y social que se han venido disputado estas estructuras para-mafiosas en la capital de la montaña, ha segado miles de vidas en este terruño, en una espiral de violencia que parece crecer sin limitantes institucionales y ciudadanos. Ahora parece que la confrontación violenta de los ilegales se extiende a las campañas electorales de este año 2011. Con ello se tiene, que la alarmante crisis humanitaria que atraviesa la ciudad se ve agravada por la incidencia de los violentos en la campaña que transcurre.
En la ciudad, la incidencia que ha tenido el proyecto para-mafioso durante muchos años ha sido contundente y dinámica; esto se puede constatar ampliamente en la forma de inclusión violenta que ha tenido en sectores importantes de la vida de Medellín. Es así como participa en la economía, en lo militar, territorial, social y político y obviamente también ha penetrado sectores de la institucionalidad local, y ha sido reguladora de la violencia, sirviéndole al modelo de seguridad que ha tenido al crimen organizado como uno de sus ejes estratégicos fundamentales.
Casos como el llamado paga-diario, la vacuna, la extorsión, el lavado de activos, la prostitución, las apuestas, el contrabando, entre otros, así lo demuestran. Sin embargo, pareciera que su incidencia en lo electoral no ha sido lo suficientemente “demostrada”, o más grave aún, se ha optado por no darle la importancia que un tema de tanta envergadura requiere, no significando esto que no haya existido tal presencia ilegal.
Sería entonces iluso no pensar, que si estas estructuras del para-estado han tenido presencia electoral en otras zonas del país, lo que se ha conocido como la parapolítica, no se haya presentado éste fenómeno en Medellín. Es lógico suponer que tal poder ilegal ha jugado un papel preponderante, por no decir decisivo, en la contienda local.
Teniendo en cuenta lo anterior, y ahora que se va acercando el 30 de Octubre, día en que se definirán los cargos de elección popular, tales como Alcaldía, Concejo y Juntas Administradoras Locales, nuestra institución considera necesario establecer una ALERTA TEMPRANA, que llame la atención de la institucionalidad, los partidos políticos, los candidatos y candidatas que se han postulado a los diferentes cargos de elección popular, a las organizaciones sociales y ciudadanía en general, sobre la incidencia que tendrá la ilegalidad en la campaña electoral que se avecina, y los costos que tendría para la sociedad en general, tal penetración.
Frente a esta injerencia de la criminalidad, nuestra organización no ha visto o no ha sentido a la fecha, que las campañas políticas en un acto de responsabilidad con la Democracia, la ciudadanía y la ciudad misma, hayan puesto los suficientes filtros que eviten la participación activa de la ilegalidad en la contienda electoral.
Nos preocupa que todavía hoy, ningún partido político se haya pronunciado ante esta apuesta de los ilegales armados y pareciera ser que la posición es la de hacerse los de la “vista gorda” ante tales hechos. Frente a lo anterior debemos recordarles que la omisión ante un posible delito, también conlleva responsabilidades penales. Además, la negligencia de algunos candidatos con los posibles apoyos ilegales que pudieren poseer, tales como el constreñimiento al sufragante, termina siendo un catalizador de mayores procesos criminales, incrementando la violencia y por ende sus víctimas, en Medellín.
PARA LA MUESTRA UN BOTÓN:
CORPADES, ha realizado un rastreo en varias Comunas de la ciudad, detectando actividad criminal en lo electoral, que podría denominarse como “inusual” en este período, ello si se tiene en cuenta que la actividad del crimen organizado en el período electoral comenzaba a sentirse solamente en los días previos a las elecciones, tal como sucedió en las elecciones del 2007, y no en la forma descarada y abierta que se viene haciendo desde hace un mes, eso quiere decir que los violentos han adelantado su estrategia electoral criminal.
Las Comunas donde posiblemente se presenten este tipo de situaciones son: Comuna uno, dos, tres, cinco, seis, siete, ocho y trece, sin tener certeza del accionar criminal en otras comunas y corregimientos. En aquellas comunas se observa a los coloquialmente denominados “muchachos”, léase miembros de bandas paramilitarizadas, haciendo proselitismo político, portando camisetas e “invitando”, como actor armado, a que se vote por ciertos candidatos al Concejo y las JAL, que obviamente ya han definido candidato a la Alcaldía.
Además de lo anterior, también se ha conocido de casos donde las bandas paramilitarizadas, sólo autorizan que se reparta propaganda de otros candidatos pero con la condición de que no se hagan reuniones o se lleve al candidato que no es de sus preferencias, bajo la premisa que el mal llamado “patrón” de la zona ya tiene el combo ganador: Concejo, JAL, Asamblea, Alcaldía, y Gobernación.
También se debe tener en cuenta que dicha actividad proselitista también la vienen realizando personas o corporaciones que todavía hoy no han explicado a la sociedad, a la institucionalidad y la justicia, cual fue realmente el papel que ellas cumplieron en la Corporación DEMOCRACIA, declarada por la Fiscalía General de la Nación, como el brazo político del proyecto para-mafioso conocido entre otros nombres, como Oficina de Envigado, Cartel de Medellín, Don Bernabilidad, A.U.C. y Banda “La Terraza”. Al parecer, éstas cumplirían el papel de brazo legal que hace la labor de relacionista público, socio-político y dinamizador de la economía ilegal, y podría estar construyendo el puente entre lo legal e ilegal.
Frente a estas situaciones alarmantes se hace necesario que los candidatos a la Alcaldía, Juntas Administradoras Locales, Concejo, Asamblea, y Gobernación, públicamente condenen este tipo de posibles apoyos y que depongan cualquier vínculo con la ilegalidad, además, pensando en el interés ciudadano, se dispongan a la firma de un pacto por el juego limpio, en el Departamento de Antioquia, comprometiéndose a no permitir, ni recibir apoyos criminales para su campaña.
A modo de reflexión, es claro que el panorama es y seguirá siendo oscuro a menos que exista una decisión política del nuevo gobierno municipal, que estará representado en Alcalde, Concejales y Ediles, elegidos el 30 de octubre de este año que finaliza, decisión que debería conducir a que se enfrente en forma decidida a la mafia y sus bandas paramilitarizadas.
¡Es necesario y urgente que Estado local y sectores de la sociedad deslinden terrenos con la ilegalidad!