Por: Revista Insurrección
Como es sabido, los neoliberales privatizan la propiedad pública, sobre todo en los sectores económicos estratégicos
Dicen que el Presidente Santos es economista. Su escuela de pensamiento económico es neoliberal, por supuesto. Como es sabido, los neoliberales privatizan la propiedad pública, sobre todo en los sectores económicos estratégicos.
Esto explica, por qué Santos se empeña y tiene afán en vender a Isagen, la principal empresa estatal generadora de energía eléctrica de Colombia. Desde antes, la oligarquía había venido vendiendo partes de ella, hasta vender el 42,4 por ciento de sus acciones.
Los neoliberales argumentan que deben venderse las empresas estatales, porque sufren de mala administración y reportan pérdidas.
Acá aparece la primera contradicción, porque Isagen es ejemplo de buena gestión y buenos resultados económicos, que la constituyen en un activo estratégico muy valioso para la nación.
De pronto, al Presidente lo están informando mal o es que no sabe hacer cuentas.
En un arranque de emoción patriótica, el Consejo de Estado había mantenido la prohibición de vender a Isagen, pero terminando el 2015, no se sabe si por consejos, presiones o dádivas... estos magistrados cambiaron repentinamente de opinión y autorizaron vender la empresa.
Para fundamentar esta decisión, los burócratas del sector energético se dieron a la tarea de demostrar, que Isagen estaba dando baja rentabilidad.
La última gran obra que terminó Isagen, fue la Hidroeléctrica del río Sogamoso (Hidrosogamoso), situada en medio de Bucaramanga y Barrancabermeja. Mientras estuvo en construcción, esta hidroeléctrica no tenía por qué producir ingresos, pero una vez entró en operación, sí los comenzó a reportar.
Aunque nadie lo crea, tomaron como referencia para medir la rentabilidad de Isagen, el periodo de bajas utilidades que dejó Hidrosogamoso, mientras estaba en construcción. Demostrada de esta forma la baja rentabilidad, contrataron con el banco Inverlink, el avalúo del 57,6 por ciento de las acciones, que aún es propiedad de todos los colombianos.
El peso colombiano se ha devaluado con respecto al dólar en un 40 por ciento; comparando el momento cuando hicieron el avalúo y este 13 de febrero, cuando se realiza la subasta para vender a Isagen. Por gracia de esta devaluación, las empresas extranjeras inscritas en la subasta, se ganan más de 500 millones de dólares.
Para terminar esta sumatoria de horrores y errores en contra del interés nacional, se les ocurrió decir a los burócratas, que las inversiones en carreteras son más rentables, que las hechas en energía eléctrica. Con esto justifican vender a Isagen por 6,5 billones de pesos, para destinar este dinero a financiar obras de infraestructura, que serán entregadas al usufructo del gran capital privado.
Esta absurda afirmación, la refuta el Balance energético 2015 del Consejo Mundial de Energía, que sostiene, que:
"Mientras que la gasolina se ha vuelto más asequible en muchos países de todo el mundo, las facturas de electricidad están pesando más en el presupuesto familiar".
Lo que quiere decir, que está asegurado el crecimiento y rentabilidad del negocio de la electricidad.
Si se sigue la ruta del dinero, queda demostrado que con la venta de Isagen, salen gananciosas las empresas multinacionales que la van a comprar, y las empresas constructoras que están esperando el dinero producto de esta venta; para ponerlo a rentar en sus cuentas privadas, mientras demoran la entrega de los contratos de obras de infraestructura, que les tiene prometidos el Presidente Santos.
La movilización ciudadana tendrá que enseñarle al Presidente, a hacer cuentas a favor de la mayoría de sus compatriotas; para que deje de hacerlas a favor del reducido círculo de grandes capitalistas extranjeros y nacionales.
Esta entrega de Isagen al gran capital transnacional, en momentos de crisis ambiental y económica, le augura un futuro de horror a la mayoría de los colombianos, que pagamos tarifas de electricidad.
Por tanto, en el Ejército de Liberación Nacional nos sumamos al llamado que hacen las organizaciones sociales, sectores políticos, intelectuales, académicos y personas nacionalistas, que se levantan en contra de la entrega de Isagen a los extranjeros y por la defensa de la soberanía colombiana.