Por: Alfonso Insuasty Rodriguez.
De 10 mil millones de dólares para la guerra, pasamos ahora a 450 millones de dólares para la Pax.
Interesantes correlación de cifras, dice mucho más que eso.
El modelo económico pos-guerra sin lugar a duda exigió una desmesurada exigencia de insumos para reconstruir la sociedad occidental fracturada por dos guerras mundiales, de allí se derivaron una serie de decisiones de orden económico que condujo a una suerte de nueva etapa en las relaciones globales fundadas sobre el mismo esquema de explotación de los países que ahora se llamaran subdesarrollados, y que luego se llamarían “en vía de desarrollo”, nombres que occidente de algún modo asigna en tanto son países que cuentan con los recursos que occidente requiere, pero no cuentan con la infraestructura apropiada para extraerlos y transportarlos hacia los puertos, es más, tampoco cuentan con adecuados puertos aéreos y marítimos.
Se construyó así un sistema de relaciones internacionales basadas en la desigualdad, amparada en un lenguaje jurídico y económico que termina atrapando el devenir de los pueblos de manera efectiva, empréstitos impagables adjuntos a exigencias que permiten rediseñar regiones enteras a la imagen y semejanza de las necesidades de los países “desarrollados”.
Adjunto, se generó toda una cultura del consumo desmesurado, de la búsqueda de estándares de vida y de felicidad que diera vía a una sociedad hiper-consumidora y desconectada de su real realidad, todo un sistema propicio para la producción en escala ascendente (desarrollo) de estos países.
"El capitalismo de nuestros días requiere materiales y energía más que en cualquier otro momento de su historia, como resultado de varios procesos complementarios: el aumento del consumo a nivel mundial, a medida que se extiende la lógica capitalista de producción y derroche; (…) En pocas palabras, la generalización del American way of life, requiere de un flujo constante de petróleo y materiales, para asegurar la producción de mercancías que satisfagan los deseos hedonistas, artificialmente creados, de cientos de millones de seres humanos en todo el planeta.(Vega Cantor, Colombia y geopolicia hoy, 2013)
“… se requiere entonces, asegurar fuentes de abastecimiento de recursos materiales y energéticos: en términos de minerales, algunos datos ilustran la dependencia externa de los Estados Unidos: "Entre el 100 y el 90% del manganeso, cromo y cobalto, 75% del estaño, y 61 % del cobre, níquel y zinc que consumen, 35% de hierro y entre 16 y 12% de la bauxita y plomo que requieren. Europa depende en un 99 a 85% de la importación de estos minerales, con excepción del zinc, del que depende en un 74% de importaciones del extranjero". Lo significativo estriba en que en conjunto América Latina y el Caribe suministran a los Estados Unidos el 66% de aluminio, el 40% del cobre, el 50% del níquel" (Diez Canseco, 2007, citado por Renan Vega Cantor en Colombia y geopolítica hoy)… ni qué decir del agua, la energía, carbón, etc, etc.
Colombia, con su enorme riqueza hídrica, minera, biológica se convirtió en territorio estratégico para Estados Unidos, Canadá, España, para Multinacionales de gran poder de incidentica y decisión que encontraron en la gran cantidad de recursos de extracción y abastecimiento, una gran oportunidad para alimentar la producción y consumo del mundo occidental.
Es así que el poder económico y político internacional, de la mano de un grupo de empresarios y políticos colombianos se hicieron a grandes negocios en zonas estratégicas, eso en tanto los acuerdos internacionales se hacen sobre planes precisos que prevén el control de zonas estratégicas, y se hace bajo previo acuerdos con grupos y elites locales.
Para alcanzar dicho control, se aplicaría de manera previa, contundentes planes nacionales y binacionales de corte armado, para hacerse a estas zonas; y parte de este gran paquete de mayor caos sistémico aplicado a todo nivel, fue necesario para darle vida al Plan Colombia.
¿Cuál era el fin real del Plan Colombia?
En el Año 2000 el gobierno Norte Americano decide imponer en Colombia, un plan militar de terror y sometimiento, y de re-estructuración del aparato Estatal, esto con el apoyo de los políticos y empresarios Colombianos. La excusa: combatir el narcotráfico.
El tan nombrado plan Colombia no solo trajo apoyo militar estratégico, armamento, capacidad instalada y tropas en tierra, sino planes de re-estructuración del Estado, Código Penal, Fiscalía, Casas de Justicia, Código Minero, etc., por otro lado la captura del sistema electoral, un contundente manejo de los medios de comunicación al servicios de los intereses de mercado como se hizo con el exitoso manejo mediático de las fuerzas armadas: “los héroes de Colombia si existen” un fuerte trabajo de medios, aún y a pesar del contundente revés con los llamados falsos positivos “ejecuciones extrajudiciales”; por otra parte, se capturó el accionar de las ONG Colombianas inyectándoles importantes sumas de dinero o poniéndolas a competir entre sí por dichos recursos, con el fin de (a manera de avatares) realizar la “acción social” que hiciera las veces de contención al impacto humanitario en los diversas zonas del país; también se re-estructuró administrativamente sectores importantes del Estado y un sinfín de exigencias con el fin no solo de Re-estructurar y re-entrenar las fuerzas armadas colombianas, sino para, irónicamente “defender el territorio Colombiano”, una defensa militar, administrativa y jurídicamente de sus verdaderos dueños y para la producción e interés transnacional.
15 años de su contundente aplicación, ya vemos los resultados de fondo y reales: múltiples empresas estadounidense, canadienses, españolas, etc., dueñas de zonas de gran intereses estratégico: fuentes hídricas, Minería, carbón, petróleo entre otros, grandes zonas estratégicas bajo el pleno control paramilitar, un significativo aporte a la lamentable cifra de más de 10 millones de víctimas según recientes cifras del centro de memoria historica, miles de ejecuciones extrajudiciales, un sin número de violaciones a los derechos humanos y el DIH por parte de las fuerzas militares por dicho Plan re-entrenadas, etc., etc., y según sus cuentas, un proceso de Paz que saca de la escena militar a una fuerza insurgente y la mete en la lógica de la política electoral, en un sistema abiertamente corrupto y corruptible que juega al servicio de los de siempre.
En Estados Unidos, el pasado 4 de febrero se “celebro” en lujosa ceremonia, los 15 años de dicho Plan, un evento que dice de por si lo altamente positivo que fue para sus reales intereses.
La excusa fue la lucha antidrogas, excusa que ya queda como una nota a pie de aginas pues hoy el narcotráfico sigue fluctuando a granel.
PAX Colombia.
Los medios de comunicación hablan de un triunfo, ¿de qué? ¿de quiénes?. El mercado global del narcotráfico en Colombia continúa mostrando importantes dimensiones, el paramilitarismo se ha reactivado y avanza hacia el control de nuevas y viejas zonas estratégicas, la fuerza pública sigue cometiendo flagrantes violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, ¿cuál su mayor logro real?
Hoy se habla de una nueva etapa de consolidación, el llamado Plan Paz Colombia, o Pax Colombia.
Vale recordar que Pax, es un vocablo latino que no forma parte del diccionario elaborado por la Real Academia Española (RAE). Dicha palabra, que puede traducirse como paz, se usa para nombrar a la etapa histórica en la que un imperio logra imponer su hegemonía sobre sus vecinos y sobre otras naciones, desarrollándose una situación de paz tanto en su interior como en su zona de influencia. (http://definicion.de/pax/#ixzz3zGPxZtd0)
El más nombrado y conocido es la Pax Romana, o Pax Augusta un tiempo histórico en el que Roma logra controlar las revueltas y guerras civiles en su imperio, controlando por la vía de la fuerza, a los pueblos sometidos, intentando así enfocar su fuerza para el control de las regiones externas a su imperio, las regiones externas a Colombia ¿cuales serian en este caso?.
¿Empieza una nueva etapa? O ¿la consolidación de lo que dice lograr el Plan Colombia?, pero, tanto brindis parece significar algo más, grandes noticias o grandes inversiones, parece se desentrabaron obstáculos para adelantar intereses específicos.
Si hablamos de derechos humanos, derecho internacional humanitario, de verdad y justicia tendrá el plan Colombia, sus gestores, implementadores responder por sus excesos? Por la destinación de los recursos? O ¿de eso no es posible hablar?
Este es nuestro mundo de incoherencias, como decía Galeano el mundo ¡patas arriba!