Por: Omar Eduardo Rojas Bolaños*
No se aprende a odiar de la noche a la mañana, de ello se encargan partidos políticos, iglesias, cuarteles y algunas comunidades educativas. El adoctrinamiento conduce al odio, al señalamiento y a la sentencia. Con la sentencia, viene la violación de los derechos humanos la que incluye el asesinato.