Últimamente se ha hecho esta distinción, en la creencia intuitiva de que los Presos de Conciencia son aquellos que por una ideología determinada, sin apelar a ninguna vía de hecho, son encarcelados por el establecimiento; o de que los Presos Políticos son aquellos que plantean abiertamente la transformación de las relaciones de poder de tal forma que nuevos actores sociales conquisten la cúpula de la administración del Estado; y los Presos de Guerra serían aquellos que por medio de las armas se han propuesto conquistar el Estado para construir una sociedad diferente.