Entrevista A Manuel, Trabajador Petrolero

Linea Territorio y despojo

Por: Sinpal

El Paro que se está proyectando, no sólo se propone alrededor del conflicto laboral, sino que además busca una revisión de la política petrolera en el país.

SINPAL: ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS TRABAJADORES DE ECOPETROL?

MANUEL: En el marco del llamado proceso de reestructuración de Ecopetrol iniciado por la administración de Juan Carlos Echeverry, se inició un despido masivo de trabajadores en las áreas de exploración, de refinación y de producción. De los casi de 35.000 trabajadores tercerizados por Ecopetrol, se han despedido cerca de 15.000.

Esto ha sido posible, aprovechándose de un contrato de trabajo que tiene intermediación laboral a través de más de 3500 empresas que contratan con Ecopetrol en el área de servicios y en el área operativa, esto ha creado todo un problema social en las áreas petroleras que ha llevado a las últimas protestas y reclamos que han hecho las comunidades por el desempleo generado a partir de las medidas tomadas por la empresa.

No ha bastado con el despido de trabajadores tercerizados, además se anunció el despido de cerca de 2.000 trabajadores de la nómina directa de Ecopetrol, de los 8.000 trabajadores de dicha nómina. Hasta el momento van alrededor de 70 trabajadores despedidos.

Los trabajadores petroleros luchan contra la tercerización, que ha fomentado los temporales y contratistas, a quienes se les quita la estabilidad laboral y desmejora sus sueldos y prestaciones. Se exige que se vuelva al modelo de contratación directa.

La reestructuración se ha impuesto sobre el argumento de la crisis mundial de los precios del petróleo, que no es otra cosa que un movimiento cíclico al cual está sometida la industria petrolera, y que no es un fenómeno nuevo, ha sucedido históricamente y se da como producto de la dinámica de la oferta y la demanda, también por los intereses que se mueven en los países productores y consumidores del recurso natural.

SINPAL: ¿CÓMO AFECTA LA TERCERIZACIÓN AL SECTOR PETROLERO?

MANUEL: La afectación es alta porque en Colombia no hay libertad sindical y la precariedad de los trabajadores es utilizada de manera perversa por las empresas y empresarios incluida Ecopetrol, coaccionando y coartando el derecho de asociación sindical, pues al mantener la precariedad de los contratos, mantiene una sensación de inseguridad entre los trabajadores que les lleva a tomar la determinación de no afiliarse a la organización sindical.

De los más de 150.000 trabajadores de la industria del petróleo sólo 27.000 hacen parte del sindicato, y esta población es fluctuante porque varía de acuerdo al nivel de contratación, tenemos el caso de los llamados “contratos veintiocheros”, que son contratos de 28 días que al terminar el trabajador no sabe si volverá a ser contratado.

Esto está rompiendo con la vocación agraria de muchas zonas, en donde los campesinos empiezan a ver la industria petrolera como una salida a sus necesidades, trabajando 28 días mediante una rotación que establecen las asociaciones de juntas comunales, que han sido cooptadas por las multinacionales, generando altos niveles de corrupción de los dirigentes de las mismas y condicionando la contratación a que no se sindicalicen.

El caso de Pacific Rubiales da cuenta de ello, allí se ve claramente este condicionamiento pues la renuncia al sindicato significa posibilidad de empleo, así el trabajador ve sus derechos vulnerados, desde el derecho más básico que es el de asociación. De igual manera se ven afectados los derechos humanos ya que en estas zonas se da una simbiosis entre multinacionales y paramilitarismo.

SINPAL: DESDE HACE ALGUNOS MESES, ECOPETROL CUENTA CON UNA NUEVA GERENCIA ¿QUÉ CAMBIOS HA IMPLICADO, EN TÉRMINOS DE LAS CONTRATACIONES, LOS RELACIONAMIENTOS CON EL GOBIERNO Y OTRAS EMPRESAS?

MANUEL: Lo primero es que con el cambio se establece una reestructuración que se traduce en el despido masivo de trabajadores.

En segundo lugar el único cargo político que había hasta ahora era la presidencia, hoy la nueva presidencia ha anunciado la vinculación de al menos 40 funcionarios externos, que indudablemente son cuotas políticas que se enquistan en la administración de la empresa. Esto afecta en la medida en que Ecopetrol se va convirtiendo en una empresa de cargos burocráticos para entregárselos a la clase politiquera del país, entregándoles sectores estratégicos como la producción o el tratamiento de proyectos.

Por otra parte, las empresas petroleras se valoran por sus reservas y el país solamente tiene una reserva de 2300 millones de barriles. Teniendo en cuenta producción actual de casi 1 millón de barriles, Colombia estaría en 6 años importando crudo, si no encuentra nuevos yacimientos. Esto sumado a la caída de los precios del petróleo llevó a que Ecopetrol pasara de valer $150 billones a valer $60 billones, cayendo en más del 60 por ciento de su valor nominal.

Sumado a esto, Ecopetrol ha comprometido sus bienes de capital en casi $35 billones a través de préstamos a la banca multilateral y ha comprometido recursos con bonos de altos intereses que tienen que pagarse en los diferentes mercados bursátiles.

Hoy Ecopetrol cruza por una gran dificultad, que se agudiza con la llegada de Juan Carlos Echeverry, quien viene de ser asesor del Banco Mundial, que tiene como carta de presentación la famosa frase que acuñó como ministro de hacienda de “repartir la mermelada” y que hoy ha visto a Ecopetrol como un gran tarro de mermelada, el cual empezó a repartir a los politiqueros. Así mismo, va despidiendo funcionarios que representaban un capital humano comprometido y con sentido de pertenencia hacia la empresa, con una cultura empresarial, totalmente diferente a la que hoy se quiere implementar en Ecopetrol para darle el zarpazo final.

No nos cabe ninguna duda que Echeverry viene a terminar el proceso de privatización de la primera empresa estatal y el principal patrimonio público que hoy les queda a los colombianos y colombianas.

SINPAL: ¿CUÁLES SON LAS LUCHAS QUE DEBEN AFRONTAR LOS TRABAJADORES PETROLEROS?

MANUEL: Este modelo de reestructuración, se constituye en una agresión contra los trabajadores y su organización, que viola la convención colectiva de trabajo y desconoce el reciente acuerdo realizado entre Ecopetrol y su sindicato.

La última asamblea de delegados de los trabajadores afiliados a la USO (Unión Sindical Obrera), aprobó convocar a un Paro Nacional Petrolero, que busca la participación no solo de los trabajadores de Ecopetrol, sino además de los trabajadores de las multinacionales, así como de las comunidades afectadas y pauperizadas por las políticas de exploración y producción irresponsable con la que las empresas petroleras vienen desarrollando sus proyectos y que tienen impactos negativos en lo social, lo económico y ambiental.

El Paro que se está proyectando, no sólo se propone alrededor del conflicto laboral, sino que además busca una revisión de la política petrolera en el país, para lo cual viene impulsando un proyecto de Ley Orgánica de Hidrocarburos, que se viene construyendo desde hace 3 años y que se presentará a diferentes estamentos de la sociedad (académicos, campesinos, trabajadores, etc) buscando el enriquecimiento de la propuesta y su inclusión dentro de la legislación petrolera, mediante la fuerza de la movilización social.

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