Por: Rafael Ballén
Solo quien tenga dinero y medios gana. A este axioma hay que agregar otro: toda acción electoral resulta indecorosa y nugatoria si se carece de organización.

Bogotá, octubre 27 de 2015
El Polo en Cundinamarca tiene más corazón que estructura. Contra la corrupción, la guerra y la miseria se expresaron 26.213 ciudadanos. Amigos y simpatizantes doblegaron la inmensa soledad y el sino perverso que afrontó la Campaña: sin comité programático, sin jefe de prensa ni de redes ni propaganda, sin comité de finanzas ni tesorero, sin secretarias, sin asesores, sin jefe de campaña, sin tan siquiera un mensajero. No es que yo no haya previsto la estructura que requiere una campaña, sino que los comités que nombré —sin sueldo por supuesto— no funcionaron. Pero no solo fue la ausencia de todo ese equipo lo que caracterizó el pasado ejercicio electoral, sino también la fatalidad y los malos entendidos. Es como si todos en ese microcosmos electoral, se hubiesen confabulado para que la Campaña fracasara. Para comenzar, la Coordinadora Departamental me montó en el tigre y luego soltó la fiera a mi suerte.
Los demás episodios negativos los hizo el azar perverso. No creo que haya habido un propósito deliberado de alguien dentro del Polo, apostándole a que la Campaña fracasara, aunque así hubiera parecido. En la primera reunión de la Coordinadora con el Candidato alguien dijo: “Usted, profe, no necesita absolutamente nada. Todo lo tiene la Coordinadora: equipo de publicidad y expertos en cada uno de los temas para redactar el Programa de Gobierno. Si acaso, necesitamos una foto. Una buena foto, agregó”. “Haremos una rueda de prensa para anunciar el lanzamiento de la campaña de nuestro excelente Candidato”, agregó otra voz más autorizada que la anterior. “El dinero vendrá sin pedirlo, a medida que la Campaña vaya tomando vuelo. En últimas, cualquier banco hará un préstamo que se pagará de sobra con la reposición votos”, añadió el más audaz. “Los medios nos buscarán, cuando se enteren de las calidades de nuestro Candidato”, dijo una cuarta voz. Pasadas dos semanas sin que nadie hiciera nada me apliqué a redactar el Programa, en cuya tarea ninguno me explicó la estructura de la Gobernación, ni me auxilió con un mapa de Cundinamarca. Cuando pedí apoyo, las mismas voces entusiásticas de unos días antes, me dijeron: “Hay que mandar un mensajero al CODAZZI para que lo consiga”. Uno más experto en tecnología me dijo: “Todo eso, debe estar en Internet”.
Andando la Campaña, una noche llegué de una gira muy cansado a mi casa, encendí el televisor y vi que la Presidenta del Polo, Clara López, le daba su apoyo a la candidata de Uribe a la Gobernación. Tres días más tarde, Clara López me llamó para explicarme que había sido un mal entendido, que sacaría una declaración, que nos tomáramos una foto juntos para poner una valla a la salida de Bogotá por el Sur y otra por el Norte. Durante una semana seguí a mi Jefa a ver donde la encontraba para que nos tomaran la foto. Al fin, en medio de la algarabía electoral, nos la tomaron. Ni la declaración ni las vallas aparecieron jamás.
Asimilado el cúmulo de falencias y malos entendidos continúe la Campaña. Entonces, decidí pagar unas cuñas radiales, para que los simpatizantes del Polo se enteraran de que el partido tenía candidato propio. Un día recibí una llamada del Tesorero de la Coordinadora para decirme que habían acordado entregarme un poco más de $4.000.000 para que yo los utilizara en la Campaña de la mejor manera. En vez de darme ese dinero contraten unas cuñas, le dije. Le di los nombres de las emisoras de provincia más escuchadas, los números de contacto y el audio que había preparado. Faltando ocho días para las elecciones llamé al Tesorero para preguntarle si las cuñas estaban sonando. “No, me dijo, porque no hubo desembolso del dinero”. Con la angustia propia de esos días finales, contraté las cuñas en cuatro emisoras. Estas, recortaron el audio e incumplieron los compromisos de entrevistarme. Así que este tipo de propaganda resultó ser un fiasco.
Sin embargo, la mayor vergüenza no terminó ahí. El heredero de Álvaro Cruz me envió toda suerte de emisarios, desde mis amigos personales, hasta miembros del vértice de la Campaña de Clara López, pasando por viejos cuadros de la izquierda. Solo hizo falta que la propia Presidenta del Polo me llamara para decirme: “Rafael, debes retirarte y adherir al ganador en Cundinamarca”. No me extraña ni me aterra la audacia y el desconocimiento que de mi conducta tiene el hombre, pero sí me deprime que la gente del Polo que lo escuchó se haya atrevido a contemplar mi retiro a favor de un tercero. Faltando 10 días para el 25 de octubre, una noche recibí una llamada de una persona a quien yo no había escuchado en mi vida. Era la primera o la segunda, en la jerarquía de la Campaña de Clara López. En ese momento pensé que, aunque tardíamente, las dos vallas serían puestas en lugares estratégicos, para lo cual requería mi aprobación. “Necesito hablar urgentemente contigo, pero tiene que ser personalmente”, me dijo. Suspendí los compromisos que tenía y asistí a la cita. Después de varias rodeos, concluyó: “Se sientan ustedes dos y hacen el gabinete de Cundinamarca. Tú escoges las Secretarías que quieras. Como sé que has hecho una buena campaña en Soacha, tu adhesión debes hacerla en ese municipio”. La pregunta es: ¿si el heredero de Cruz intentó quebrantar la férrea voluntad del candidato del Polo a la Gobernación, a cuántos de nuestros candidatos a alcandías y concejos sobornó?
Pero no todo fue perversidad en esta fantástica travesía de ideales y experiencias, por pueblos y veredas. Hubo hechos grandiosos. Solo dos para recordar: en primer lugar, la generosidad de los campesinos, que me organizaron reuniones y con sus propios recursos prepararon el sancocho para celebrar el encuentro. En segundo lugar, un aporte monetario que los maestros cundinamarqueses le hicieron a mi Campaña. También debo destacar y agradecer el apoyo político que recibí de COOTRADECUN y de la Asociación de Educadores de Cundinamarca —ADEC—. Igualmente, valoro el trabajo que adelantó la mayoría de los candidatos a la Asamblea de Cundinamarca, aunque desarticulado de la Campaña a la Gobernación, pese a que les propuse hacerlo en equipo. Asimismo, a los Comités de Base, a los candidatos a las alcaldías, concejos y juntas administradoras locales, aunque todos dislocados de mi Campaña. A todos ellos, y a los 26.213 valientes que contribuyeron a abrir un pequeño boquete al conservadurismo ultramontano, mi gratitud.
Conclusión: en esta campaña vi correr la corrupción a raudales en forma de dinero; vi cabalgar la guerra en los hombros de un senador, y vi la miseria en muchas comunidades. Pero encontré la generosidad y entrega de nuestros campesinos. Ahí están, a la espera de que alguien les hable y comparta con ellos sus angustias y miserias.
¿Qué hacer? Todo está por hacer.
- En primer lugar, a partir de los votos obtenidos en cada uno de los 116 municipios, crear las coordinadoras locales. Hoy, no existe organización del Polo en Cundinamarca, a excepción de lo que sucede en muy pocos municipios. - En segundo lugar, realizar en cada una de las quince provincias del Departamento un foro ideológico y programático —en el orden nacional, lo he propuesto en los cuatro Congresos del Polo y fue aprobado en los plenarios, pero no se han realizado—, para estar en contacto permanente con los simpatizantes. Es lo único que la gente pide entre elección y elección: que no la dejen sola. La serie de foros puede concluir con un gran Congreso Ideológico y Programático de todo el Departamento. Si cada uno de los compañeros que integraron la lista del Polo a la Asamblea de Cundinamarca se encarga de organizarlos en una o dos provincias, estarían mejor distribuidas las cargas. - En tercer lugar, las dos tareas anteriores ayudarán a preparar a nuestros simpatizantes (militancia, en rigor, no existe) para dos cosas: la refrendación de los acuerdos de La Habana y las elecciones nacionales de 2018, en las que necesitamos 10 millones de votos, si la izquierda quiere ser alternativa de poder.
Mi contribución al proceso que dejo esbozado en el párrafo anterior, podría ser, si a bien lo tienen —según el formato de los foros—, dar una conferencia. Entre tanto, me recluiré en mi biblioteca, retomando mis compromisos académicos y familiares, suspendidos de tajo, gracias a la irresponsable generosidad de todos ustedes.
Fraternal y afectuoso saludo para todos.
Rafael Ballén
La presente es el texto completo de la carta que Rafael Ballén envía a los Señores
Nilson Almanza, Presidente, y demás miembros de la Coordinadora Departamental del Polo, hemos decicido reproducirlo como insumo para el debate que debe darse el sector autodenominado de “izquierda”, sus lógicas, sus maneras, sus objetivos, sus procesos; un país diferente no se logrará actuando de la misma manera siempre.. a mismos actos mismos resultados
CC para: Clara López, Presidenta del Polo; Gustavo Triana, Secretario General del Polo; Carlos Arturo Rico Godoy, Presidente de COOTRADECUN; Asociación de Educadores de Cundinamarca —ADEC—, y a los Comités de Base.














