Pensar teórico, pensar epistémico de Hugo Zemelman.

Observatorio K.

Por: José Fernando Valencia Grajales. Kavilando.

En Zemelman la idea de realidad es multisignificativa, ya que los acontecimientos humanos se viven y se perciben desde perspectivas diferentes, no solo por el ciudadano de a pie sino por la comunidad científica. Ya que esta última no percibe la realidad en su totalidad, sino que la escinde, corta y segmenta para estudiar una parte especifica de la realidad, lo que da al traste con la realidad misma, porque al dividirla en pequeños trozos, las demás partes de dicha realidad no serán factores que sean tenidos en cuenta para explicarla, por ende la "realidad" siempre estará por fuera de la teoría científica o de las herramientas que la ciencia utiliza para estudiarla.

 

Estas circunstancias han sido una herencia derivada del cambio de paradigma (Kuhn, 2004) del naturalismo al racionalismo que cambio de Dios Naturaleza a Dios razón, una forma de decir que ya la naturaleza a perdido toda posibilidad de explicar el mundo, dejamos de escuchar la naturaleza, dejamos de escuchar a los seres inanimados, a los dioses de la religión y el mito, para pasar a oír a la razón, pero no a cualquier razón, sino única y exclusivamente a la razón mecánica, aquella que dice de forma fanática, que lo correcto es sólo científico y esto sólo se puede predicar cuando de dicha ciencia es falible, es comprobable y corroborarle por medio de mil experimentos que comprueban su veracidad.

Sin embargo, la pretensión de ciencia, de las ciencias sociales (Bunge, 2006), no es más que un remedo de lo realizado por las ciencias exactas, que en su ambición por ser perfecta creo una serie de métodos, indicadores, parámetros, teorías, hipótesis fundamentadas en una precisión inexistente, tanto en las ciencias sociales como en las exactas, un ejemplo de la inexactitud de las ciencias exactas se puede apreciar en la imposibilidad de conocer con exactitud la posición de una partícula, o su energía, o conocer simultáneamente su posición y velocidad, sin afectar a la propia partícula Heisenberg (1949).

Sin embargo, y, a pesar de no existir certeza masa allá de duda razonable, los seres humanos que se dicen científicos no admiten ninguna posible verdad que no exista dentro de los parámetros elegidos o escogidos por el club de doctores que se han apropiado del conocimiento. Esta forma privilegiada de acceder al conocimiento se traduce en una educación generalizada que no admite que está desfasada de la realidad y que por el contrario su verdad es superior, así la misma no exista en el plano de la humanidad como lo que ocurre con el Cæterīs pāribus (Marshall, 1926) usado en la economía que produce verdades artificiales, que son imposibles de mantener y que se puede apreciar en la gran cantidad de caídas de la bolsa, solo por pequeños o grandes rumores, que finalmente no deberían afectar los asuntos de oferta y demanda que se fundan en hechos matemáticos.  

Es por ello que como dice Zemelman, existe un desfase entre la realidad y los corpus teóricos (2005).  A lo que adiciona que la teoría científica por convertirse en una momia que no puede ser adicionada, transformada o modificada, sin correr el riesgo de derruirla. Es por ello que en palabras de Zemelman la investigación científica o mejor dicho el cambio de mentalidad se debe de dar en la elaboración de un pensamiento epistémico, que no tenga los limitantes de la teoría y que la misma evite un contenido demasiado preciso y el mismo se estructure alrededor de preguntas que respondan a las realidades sociales (políticas, culturales y económicas) concretas pero mutables, evitando en todo caso las trampas metodológicas (llamadas a sí mismas como científicas) utilizando para ello las categorías ricas (es decir, aquellas que no tiene un contenido preciso, único o univoco, sino aquella que permite percibir muchos contenidos), para de esta manera construir problemas (cuidándose de convertirlos en objeto o estudiando exclusivamente el objeto) que incluso vallan en contra de lo que se considera realidad o probado científicamente, para lograr así encontrar nuevas realidades que en principio pueden ser improbables porque empíricamente se aprecian como reales, obligándose así a sumergirse en una realidad nunca antes apreciada.

Para lo anterior se hace necesario, escuchar (en clave Maya-Tojolabal), construir con nuevas perspectiva y mente abierta, de forma epistémica, de forma compleja, no utilizando categorías lineales, abriéndose a contextos socio-historicos, simbólicos, aperturandonos al universo de significaciones, evitando el corto plazo, evitando la universalidad y reconociendo ante todo que el producto es la creación de nuevas potencialidades de conocimiento que se oculta en la historia de cada ser humano, sociedad y universo.

Bibliografía

Bunge, Mario (2006) La ciencia. Su método y su filosofía, ¿Qué es la ciencia? Santafé de Bogotá. Panamericana, 2006. 138 p.

Heisenberg, Werner Karl.  Problemas filosóficos de la física de las partículas elementales

Heisenberg, Werner Karl.  (1949) Los principios físicos de la teoría cuántica.The physical principles of the quantum theory. Estados Unidos: Dover Publications, 1949. 183P

Kuhn, Thomas S. (2004) La estructura de las revoluciones científicas. México. Fondo de Cultura Económica, 2004. 351p.

Marshall Alfred. (1926) Principles of Economics. Macmillan. Principios de Economía. Ed. Aguilar. Madrid 1948.

Zemelman, Hugo (2005) Voluntad de conocer. El sujeto y su pensamiento en el paradigma crítico. México: Anthropos Editorial; Centro de Investigaciones Humanísticas. Universidad Autónoma de Chiapas, 2005. pp.29-36

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