Por: colombiainforma.
El pasado 25 de septiembre, tuvo lugar en el Concejo municipal de Cali, la segunda votación para aprobar el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial -POT-. La votación de los concejales generalmente fue de 17 votos a favor y 2 en contra, aprobando en segunda instancia el POT para la ciudad, que tendría una vigencia por 12 años.
Esto sucedió a pesar de los reiterados reclamos de los asistentes y de las persistentes acciones que han desarrollado las comunidades para manifestar su desacuerdo y desaprobación a este POT.
Mujeres y hombres presentes en el recinto, en el entendido de la importancia de este proyecto para la organización de los territorios , plantearon a gritos los inconvenientes del POT, su carácter excluyente y los altos niveles de marginación en favor de los intereses de unos pocos y no de la mayoría de la población caleña, así lo dijo Jaime Perea, presidente del Polo Democrático Alternativo en el Valle: “tenemos una población en Cali en su mayoría en estratos 1,2 y 3, y lo que se está estructurando aquí es una ciudad en donde se va a priorizar el orden de los territorios fundamentalmente para los negocios, al servicio de los inversionistas… esto se ha hecho sin dar cumplimiento a la ley 388 que habla de la participación ciudadana en el proceso de formulación y aprobación. La participación fue burlada y cambiada por una socialización, pero no hubo una real concertación con las comunidades”.
En cuanto a las comunidades, estas también manifestaron su indignación; Roberto Limon, miembro de la asociación de propietarios del barrio San Pascual en conversación con Colombia Informa declaró: “el POT me da tristeza, me genera lágrimas, cómo es posible que solo dos concejales votaran negativamente, los otros concejales han defraudado a la ciudadanía, esto para mí es como una galería, no hay respeto, lamentablemente estas son las personas que nos están representando…la comunidad ni conoce el tal POT, esto se ha aprobado al pupitrazo y nosotros pagaremos las consecuencias…igual seguiremos en la lucha”.
Por su parte Martha Lucia Escafidi Flórez miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio San Antonio, expuso la preocupación que siente por la situación de su comunidad que ve amenazada la naturaleza residencial del sector, al que se le quiere comercializar en contra de su carácter patrimonial. Escafidi agregó: “Nos parece el colmo que los concejales por los que votamos no reflejen el sentir de una comunidad que ha luchado, pero enormemente, hemos hecho campañas, no hemos movilizado día y noche, para que nos hagan esto”.
Por otro lado, se plantearon las inconsistencias e incongruencias que se han venido presentando en el desarrollo de este POT. En relación con lo anterior, el concejal Juan Carlos Olaya, del movimiento político MIRA, en diálogo con Colombia Informa manifestó “Nosotros nos apartamos de la ponencia del POT por cuatro razones fundamentales: primero, porque se violaron los términos de ley de concertación con la CVC (Corporación Autónoma del Valle del Cauca); segundo, por la destemporalidad del cabildo abierto, porque la ley dice que debe ser antes y no después; tercero, no hay reconocimiento de las etnias afrodescendientes de la ciudad de Cali , en este caso el concejo comunitario de Playa Renaciente…por último, el no cumplimiento del decreto nacional que tiene que ver con la gestión del riesgo, donde dice en el artículo 1, parágrafo 2, que ningún concejo puede conferirle estudios o permisos de estudios a los alcaldes municipales después del POT, los estudios tienen que ser antes”. Finalmente, Olaya apuntó que ante la inminente puesta en marcha de este POT, la ciudadanía caleña debe salir a demandar.
las múltiples expresiones en contra del POT, por sus propuestas inequitativas en favor de las elites, Patricia Molina, concejal de Cali por el Polo Democrático Alternativo, planteó: “se fortalece lo comercial, lo industrial, todo se deja en una sola franja, dejando por fuera todo el oriente, la ladera, la gente que está concentrada allí, que es la mayoría… van a seguir viviendo hacinados, sin espacios públicos. Aquí hay una distribución del territorio para favorecer a los poderosos, pero para los que realmente lo necesitan, para poder vivir en una ciudad más equitativa y justa no hay nada”.
En ese sentido, Molina invitó a los caleños a seguir dando la lucha por la defensa del territorio diciendo: “tenemos que salir a demostrar que estamos en desacuerdo con este POT, nos toca movernos muy duro, para tumbarlo, yo creo que hay que hacerlo por la vía jurídica o por donde sea, este tema es muy grave”.
Los asistentes denunciaron que este POT no fue construido con las comunidades y no responde a sus requerimientos y necesidades, por el contrario es una propuesta hecha desde una visión que beneficia al mercado, enmarcando un territorio para los negocios y no para el conjunto de los caleños, cuestión que se denota en las centralidades a las que se apuestan, las que no resuelven temas elementales como el de vivienda, densificación, segregación, movilidad y riesgos ambientales de las poblaciones vulnerables.