Por: Redacción Negocios y Economía. El Espectador
De acuerdo con la calificadora la perspectiva negativa refleja el riesgo que tiene Colombia si el balance externo o la carga de la deuda fiscal no mejoran en los próximos 18 meses

La economía colombiana sigue en la mira de la valoradora de riesgo Standard & Poor´s. Después de analizar los cambios en el recaudo durante la pasada reforma tributaria, la firma mantuvo la perspectiva negativa de la calificación de Colombia, es decir, aunque la nota siga en BBB se mantiene la amenaza de una posible rebaja si el balance externo o su carga fiscal no mejoran en los próximos 18 meses (18 de junio de 2018).
Uno de los objetivos principales que tenía la reforma tributaria aprobada hace menos de un mes, era subir la calificación del país ante las principales firmas. Sin embargo, esta nueva reforma fue insuficiente ya que a Colombia le costará incluso más endeudarse ante entidades internacionales.
Esto se explica por la calificación BBB. Es decir, dicho estándar funcionar como referente internacional para saber la solidez del sistema financiero de cada país, por lo que a menor calificación, mayor riesgo de préstamo y los intereses son más altos.
Por esta razón, el Gobierno Nacional esperaba que con la nueva reforma dicha calificación subiera para que el endeudamiento del país fuera menos costoso. Pese a estos esfuerzos esta reforma fue escasa para alcanzar el objetivo, ya que Standard & Poor’s mantuvo su perspectiva negativa, por lo que Colombia sigue en riesgo de bajar su calificación.
La calificadora justificó su decisión que “la debilidad de los precios mundiales de las materias primas ha pesado sobre las perspectivas de exportación, inversión y crecimiento de Colombia, y al mismo tiempo la deuda externa ha seguido aumentando fuertemente como porcentaje del PIB”.
Creemos que el paquete fiscal que aprobó el Congreso a finales de 2016 muestra un importante compromiso político para reforzar la base impositiva en los próximos años, y reducir gradualmente el déficit de las administraciones públicas. Sin embargo, esperamos que la deuda pública neta frente al PIB aumente ligeramente hasta el 38% durante los próximos dos años, mientras que la carga de intereses aumentaría agudamente y esperamos que se mantenga al 12% de los ingresos”, indicó S&P en su informe.
El analista de la firma Valora Inversiones, Camilo Silva explicó que “la decisión de S&P indica que la reforma tributaria no fue suficientemente buena. Si bien no aspirábamos que la perspectiva quedara en positivo, por lo menos esperábamos que quedara en estable y que nos quitaran la amenaza de una posible rebaja. Desde ahora esta firma nos analizará muy de cerca, por lo que el Gobierno debe ser muy juicioso en sus gastos para no producir una rebaja. Además, el informe sugiere que otro choque en el precio del petróleo nos dejaría vulnerable a perder la calificación. El problema es que no parece haber el ambiente político para pasar otra reforma tributaria pues estamos cerca de las elecciones presidenciales”.
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Fitch Ratings bajó la calificación a negativa al sistema bancario colombiano
La Superintendencia Financiera arremetió contra la decisión, argumentando que esta se hizo con base a las perspectivas económicas de 2017 evaluadas por la calificadora antes de ser aprobada la reforma.
La calificadora de riesgo Fitch Ratings decidió bajar de estable a negativa la apreciación del sistema bancario colombiano. Alerta que por ahora solo representaría un llamado para estar más pendientes de la solidez debido el entorno internacional.
Conocida la decisión de la calificadora, la Superintendencia Financiera rechazó la determinación y argumentó que el país ha realizado las reformas necesarias al sistema financiero local para lograr los estándares que se necesitan para mantener la calificación.
Por su parte, Bancolombia refutó la decisión Fitch pues el banco asegura que los niveles de cartera vencidos de la banca colombiana están de acuerdo con el nivel de riesgo permitido, situación que da la tranquilidad parar un sistema sano y protegido.
Así mismo, la Superfinanciera también aclaró los debates que se han sostenido con las calificadoras de riesgo y aseguró que estas no tienen en cuenta características propias de la regulación financiera colombiana, que son más fuertes si se comparan frente a la de otros países de la región. De acuerdo con algunas cifras a octubre de 2016 la solvencia del sector bancario es de 15.46% frente a un mínimo regulatorio exigido de 9%.
Se tiene previsto que el Gobierno Nacional en el primer semestre del año continuará con la convergencia de los estándares internacionales, revisando las medidas que permitan fortalecer la solidez del sistema financiero colombiano, para así evitar una futura baja adicional en la calificación del sistema bancario, con el de evitar que el país caiga en una situación financiara internacional complicada.














