Multipolaridad y multilateralismo

Con el multipolarismo, todo está más o menos claro, aunque, una vez más, en Occidente la polaridad se entendió inicialmente como una definición geográfica y, dado que sólo hay dos polos en la Tierra, Norte y Sur, tiene ciertas connotaciones.

Durante la Guerra Fría y el bipolarismo incluso enfatizaba una cierta naturalidad de los dos polos. Sin embargo, si partimos de una posición diferente, los polos podrían ser muchos más. Partiendo de la explicación de Martin Heidegger en su "Parménides", llegamos a la conclusión de que puede haber tantos polos como naciones, y aquí hay una cierta conexión con el concepto de Alexander Dugin de la cuarta teoría política, donde se propone el Dasein como base para la proyección de la fijación de metas en el tiempo y el espacio, que se despliega en los procesos políticos.

Cuando hablamos de multipolarismo, resulta inmediatamente obvio que se trata de un tipo de construcción ideológica. La terminación -ismo nos remite a los más diversos modelos políticos teóricos y prácticos, desde el comunismo y el marxismo hasta el liberalismo y el fascismo. Así, el multipolarismo aparece como un concepto paraguas, aunque no exista una ideología del "multipolarismo" o del "multipolarismo" como tal. Existen diferentes puntos de vista sobre la formación de un sistema político mundial multipolar. Por un lado, los Estados son polos, por otro pueden ser alianzas y asociaciones, y por otro pueden ser civilizaciones (a veces coincidentes con Estados, como en el caso de Rusia, India y China).

Sin embargo, el propio término multipolarismo puede servir como una especie de punto de referencia, un faro para estimular un mayor desarrollo de los aspectos prácticos del multipolarismo.

En el caso del multilateralismo, estamos ante un enfoque completamente distinto de los asuntos internacionales. Se trata de un modelo propuesto por Estados Unidos bajo la administración de Barack Obama como un nuevo impulso a la hegemonía de Washington. Sólo que el liderazgo estadounidense en este formato no es tan evidente. Es algo así como el método "nudge" del conductismo social propuesto por Cass Sunstein (que también trabajó en la administración de la Casa Blanca bajo Obama). El título de uno de sus libros, "The Illusion of Choice", ilustra perfectamente el principio del multilateralismo. Los demás países tienen la ilusión de que cuentan con vínculos diferentes y variados, pero todos ellos (en política, economía, logística, etc.) están entrelazados en un sistema global controlado por un único actor: Estados Unidos.

Incluso dentro de las Naciones Unidas se suele hacer hincapié en el multilateralismo y varias agencias especializadas trabajan con este fin. Sin embargo, como en el caso de la regulación de Internet, hay intentos evidentes por una u otra parte de aumentar el número de voces a expensas de unidades operativas ficticias, es decir, empresas privadas, que supuestamente tienen derecho a participar en el desarrollo de nuevas normas. De este modo, Estados Unidos intenta utilizar este instrumento para mantener su dominio.

Sin embargo, incluso entre los partidarios del multipolarismo y los críticos de la hegemonía estadounidense se oye a veces utilizar este término. Y esto crea confusión. Por eso se necesita tanto una revisión adecuada como un uso cuidadosamente meditado de la terminología. Al desarrollar un nuevo enfoque de las relaciones internacionales (especialmente cuando se trata de una teoría no occidental de las relaciones internacionales), deben eliminarse los rudimentos asociados al globalismo parasitario.

*Politólogo ruso / Director de la Fundación Fidel Castro

Artículo publicado en https://www.ideeazione.com/multipolarita-e-multilateralismo/