Ciudad en Movimiento y Kavilando.
En medio del discurso de optimismo y esperanza que caracterizó la campaña de Federico Gutiérrez en Medellín, la realidad es otra, los trabajadores informales en la ciudad denuncian una situación desoladora y desatendida.
A pesar de que el exalcalde prometía devolverle su esplendor a la ciudad, la situación de estos trabajadores sigue siendo alarmante.
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo en Colombia alcanzó el 14,1% en el último trimestre de 2020, mientras que en Medellín se situó en el 17,6%, más del 50% de la ocupación en la ciudad correspondía a trabajo informales, una cifra preocupante que refleja la precariedad laboral que enfrentan miles de personas. Para el mes de febrero de 2024, la tasa de desocupación del total nacional fue 11,7%, mientras que en febrero de 2023 se ubicó en 11,4%. Por su parte, la tasa global de participación se ubicó en 63,8% y la tasa de ocupación en 56,4%, estas tasas en el mismo mes de 2023 fueron 63,8% y 56,5%, respectivamente.
¿Cuál es la situación en el Distrito Medellín?
Luisa, una de las trabajadoras informales que ejerce su labor comercial en el Distrito Medellín, relata la problemática que enfrentan día a día en el Parque Berrio “somos víctimas de un hostigamiento constante que nos impide trabajar de manera digna y segura. A pesar de ser parte vital de la economía local, somos tratados con indiferencia y desdén por parte de las autoridades”.
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Ángel, otro trabajador informal, denuncia la falta de acceso al espacio público y los constantes operativos policiales que afectan su sustento. La falta de permisos y la ausencia de alternativas por parte de la alcaldía los deja en una situación de vulnerabilidad extrema.
José Zambrano, integrante de un grupo de vendedores informales en la Estación Parque Berrío, hace un llamado desesperado a las autoridades, piden espacios públicos adecuados y una mesa de diálogo para negociar sus derechos laborales.
A pesar de ser el sustento de muchos hogares y contribuir a la economía local, se sienten marginados y desatendidos por las políticas públicas.
La realidad de los trabajadores informales en Medellín es una muestra clara de la injusticia social y la falta de políticas inclusivas por parte de las autoridades. Es hora de que se reconozca su labor y se les brinde el apoyo, se garanticen derecho a la ciudad y al trabajo, así mismo que se les trate con el respeto que merecen como ciudadanos y trabajadores.
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