Es nuestro deber seguir dejando constancias públicas ante el país y ante el mundo sobre los crímenes de persecución que seguimos enfrentando, por parte del Estado y del Para-Estado. Los paramilitares siguen presentes y actuantes en los alrededores de los asentamientos de nuestra Comunidad de Paz, ejercen el control, se movilizan por las veredas, amenazan, anuncian masacres, presionan el desplazamiento o el confinamiento, impiden la circulación de alimentos, convocan a reuniones, exponen sus normas y reglas, todo bajo la tolerancia y complicidad de la fuerza pública.