Por: Juan Jacobo Agudelo Galeano
Dudas e inquietudes suscitan el lugar de lo que hoy se denomina ser hombre; estas además, alimentadas por los nuevos roles adquiridos a partir de las reconfiguraciones del mundo occidental en los campos social, político y económico.
El modelo de hombre referenciado como un ser machista, fuerte, infiel e incapaz de dar afecto a su pareja, hijos o congéneres está siendo reconsiderado, criticado y, de muchas formas, resignificado, para dar paso a un ser que hoy se concibe como alguien amoroso, colaborativo en las funciones de crianza, abierto al dolor y equitativo..