Guerrilla, paramilitares, narcotraficantes, bandas criminales, Uribe y negociaciones de paz

Linea Conflicto Social y Paz

Por José Fernando Valencia Grajales. Kavilando Antioquia

Observar nuestra actual realidad, nos deja perplejos, y ello se debe principalmente al olvido, a la negación de la historia, a la falta de explicación, a la falta de elaborar el duelo, a la falta de conciencia histórico-social, a que aún no hemos encontrado la verdad, porque aún no la hemos asumido

Ver marchar por las calles a un amplio número de ciudadanos seguidores del uribismo con las consignas de no más santos,  no más desgobierno, no a la persecución política del centro democrático por la justicia, no a la negociación de paz, no a las FARC, Uribe es mi presidente, lo que es con Uribe es conmigo (1), genera amplios interrogantes, principalmente por el hecho de que estos miembros de la sociedad salen a las calles a gritar su inconformidad y su aparente temor a ser perseguidos, y aunque en principio fuera posible asimilar dicha marcha con la realizada por los sindicatos perseguidos tradicionalmente por el Estado colombiano, o las marchas realizadas por la izquierda frente a hechos puntuales como la desaparición forzada, el genocidio, la falta de empleo, la falta de educación, la falta de trabajo digno, la falta de garantías  políticas y otros. Dichas marchas aunque no son iguales, porque las causas y actores que las promueven son diametralmente opuestos, si deben dejar un sin sabor preocupante a la sociedad colombiana.

Pero como apreciar dicha realidad, sin ser deslumbrado por el sofisma de la mass media, la imagen, las marchas, las noticias gubernamentales o lo que aparentemente dice la propaganda. Como cribar la arena del oro. Como apreciar que las manifestaciones sociales que no se aprecian bajo la lupa de la historia, la memoria, la realidad social y el sujeto histórico derivado de la observación consienten, no pueden dar como resultado la apreciación lucida de la historicidad.

Observar una marcha de un partido político como el Centro Democrático, supondría por el solo hecho de ser grupo político la conjunción de actores sociales, e incluso de la participación y el debate de ideas e ideologías que definen su actuar en sociedad. Sin embargo dicho partido aplica muy bien la ley de hierro de Michels (2) ya que su líder Uribe, elimina la posibilidad de disidencia o autonomía partidaria, e incluso el necesario debate, es decir, en el mismo, solo cohabita la camisa de fuerza de las decisiones del único líder, lo dicho anteriormente se vislumbra en un ejemplo primordial, la justicia se ejerce como persecución política porque investiga a sus hijos Jerónimo y Tomás por evasión de impuestos, o porque apreso a Santiago su hermano por sindicaciones de paramilitarismo o a sus compañeros de equipo presidencial que ejecutaron los programas de gobierno que este expresidente idealizo, es decir, todos ellos posiblemente estén pagando las culpas de un tercero, al que jamás serán capaz de delatar.

A lo anterior se suma que el partido político, hoy aparentemente perseguido, no es un partido que existiera antes del año de 2013 y el mismo no es más que una simple consecuencia del deseo personal de su fundador Álvaro Uribe Vélez quien en su artículo 8 y 40 de los estatutos del Centro democrático de la asamblea del 15 de julio de 2014 diferencia claramente a sus miembros dejando dos categorías, una única al presidente fundador y la segunda a sus militantes, es decir, yo y los demás, sumado al poder absoluto de intervenir con voz y voto en todas y cada una de los órganos de dirección y representación, sumado a su Twitter y redes sociales, lo que evidencia un ego muy cercano a la emanada del Führer en su propaganda política “Ein Volk, ein reich, ein führer” o en los estatutos del NSDAP (3) o las Nürnberger Gesetze (Bendersky, 2007, p.105) que limitaban los derechos del pueblo y ampliaban los del líder.

Lo anterior, explica en grado sumo, cómo dicho partido no puede ser tenido en cuenta como movimiento social, ya que sus miembros se comportan como grupo nacional socialista, es decir, como si solo existiera un único partido válido, que tiene un líder que dice asumir la defensa mesiánica del estado y los intereses de su pueblo, sin que dentro del mismo se pueda evidenciar la disidencia o el debate, razón por la cual, el llamado de su líder supone la inmediata obediencia al mismo (4), además de la obligada homogeneidad (5). Se suma a lo anterior, que no se puede hablar de persecución política, cuando el actual partido del Centro Democrático es una disidencia del partido de la U, partido igualmente conformado por el expresidente Uribe, y más aún cuando el actual presidente era parte de su antiguo partido. Es decir, dicho partido en esencia es muy cercano ideológicamente al partido de gobierno y sus diferencias se centran en que consideran que el único que debe ser presidente es Uribe o por lo menos que las decisiones del presidente Santos tiene que ser previamente consultadas al expresidente. Es decir, el hecho de que el Centro Democrático comience a utilizar una piel de cordero (6), no hace que en sus fines sean santos.

Ahora bien, un movimiento social o un grupo de base no se comprende a sí mismo como partido, ya que sus fines no se entienden en pro de la búsqueda del poder, los mismos atendiendo las perspectivas sociológicas y politológicas son un fenómeno social, racional y estratégico frente a las condiciones estructurales que generan la movilización ante condiciones adversas generalmente económico-políticas, manteniendo una identidad, acción y cultura colectiva (7), a lo que se suma que sus miembros van a enfrentar el descontento por medio de la acción colectiva, o por lo menos intentaran cambios frente a temas que los afectan. Es el descontento social lo que le da razones a la marcha de la organización social y no es la organización social la que determina cuales tiene que ser las razones del descontento social.

Es por ello que los partidos terminan convirtiéndose en palos en la rueda de la organización, social porque estos limitan el actuar de la sociedad por medio del sofisma de la representación o la democracia proselitista, que es contraria a la verdadera democracia (8) (Castoriadis, 2007, p. 63), porque finalmente en ella no se incluye a todos los integrantes de la sociedad, ya que el partido se torna sectario, coarta la libertad, promueve la burocracia, el interés particular y finalmente se ve dominado por uno o varios líderes carismáticos que impiden el adecuado ejercicio de la democracia.

De lo previamente dicho, se puede deducir que la historia ha traído una serie de sofismas que han impedido ver la realidad. Ello puede apreciarse más afondo cuando se intenta descubrir el fenómeno de la extrema derecha, que eclosiono aparentemente como respuesta a la guerrilla (que secuestraba, ocupaba territorios y contaba con ala política), por medio de la construcción de una plataforma paramilitar que consistía en el genocidio de la población rural, la cooptación de los narcotraficantes y la plataforma de refundación del estado. Para ello se implementó el Pacto de Ralito (9), donde se realizó una declaración que consagra la protección de Dios, la unidad de la Nación, la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz.

Y aunque el papel puede con todo, en este caso entre lo pactado y lo hecho,  se evidencia claramente u abismo, ya que el genocidio es incompatible con la vida, el trabajo es incompatible con el despojo, la justicia es incompatible con la ejecución, la igualdad es incompatible con el desplazamiento, la convivencia es incompatible con la intolerancia, la libertad es incompatible con el totalitarismo, y finalmente la paz es incompatible con la guerra. Aquí se puede apreciar que las premisas del pacto no se cumplieron, porque el mismo no era de carácter político, sino militar.  Y los políticos que participaron solo pretendían imponerse sobre las poblaciones que habían perdido frente a las guerrillas o sobre los políticos de tendencia socialista, por medio de la eliminación del otro, o su silenciamiento, atendiendo que el mismo adquirió las connotaciones de genocidio perpetrado entre los miembros de la misma sociedad, presentándose las circunstancias vividas por el mal que cubre aun hasta el alma más buena (10), debido a que existe una banalización del hombre, que luego de clasificarlo y estratificarlo, se puede determinar que hay hombres que no son importantes o válidos.

Es por ello que la derivación lógica del señalamiento es que se quiera y se piense necesario eliminar al señalado, al guerrillero, al de la izquierda, al opositor, es permitir a través de la práctica social enquistada en la sociedad que se piensa que con el diferente no se puede conversar, no se puede tolerar y no se puede comprender. Es por ello que los acuerdos de paz durante los diferentes periodos en los que se han presentado se tornan en camino de exterminio, porque una vez se acuerda, lo único que queda en la mente de los colombianos es que quien fue guerrillero o de la izquierda es peligroso y por tanto es necesario y aceptable que sea eliminado, e incluso estratégico, porque de dicha manera focalizan a sus aparentes enemigos.

Dicha visión de mundo conservadora, que no acepta al diferente es el caldo de cultivo para el mal, para que las personas del común consideren valido la aparición de grupos paramilitares, que dicen combatir la guerrilla. Pero lo que es peor que dichas agrupaciones pervivan con nombres diferentes como las AGC (11) o lo que la policía denomina BACRIM, solo para que el pueblo no se preocupe por el fracaso de un proceso de paz con grupos de crimen organizado, o bandas de narcotráfico que utilizaron el espacio de “Justicia y Paz” para limpiar a sus hombres de su pasado criminal. 

Esto nos lleva a plantear ¿Cómo realizar un proceso  de paz que realmente sea definitivo? ¿Cuáles son los actores que deberían de participar? ¿Cuáles son las manifestaciones válidas para ello? (Zemelman, 2012, p.3) Y sobre ello no existen respuestas perfectas, solo existen posibles respuestas no ensayadas. Es necesario replantear lo hecho hasta el momento, porque las falencias se pueden volver a presentar.

Tal vez una respuesta que nace de nuestro análisis se funda en que el acompañamiento de la sociedad civil al proceso de paz no se puede limitar, a las conversaciones entre altos comisionados, y por el contrario debe ser incluida como lo hace la verdadera democracia. Es decir, es la sociedad civil en todas sus vertientes quienes deben conversar sobre su futuro, y hacerlo de forma abierta, sin intermediarios, sin engaños, sin temas secretos y sin temores. Para que la solución provenga de todos y todos se reconozcan a sí mismos como actores válidos y tolerantes. Sin temer que la solución puede ser novedosa o diferente, que potencie el futuro (Zemelman, 2012, p.2)

Bibliografía:

Bendersky, Joseph W. (2007). A Concise History of Nazi Germany: 1919-1945, New York, Rowman & Littlefield, pp. 105-106

Castoriadis, Cornelius (2007) Democracia y relativismo. Debate con el MAUSS. Madrid, Trotta, Madrid

Duverger, Maurice (1957) Los Partidos políticos. Fondo de Cultura Económica, México D.F.

Marx, K. y Engels, F. (1994) Manifiesto Comunista. Buenos Aires:

Centro editor argentino

Michels, Robert (2010) Los partidos políticos. Volumen 1. Amorrortu,

Pont Vidal, Josep (1998) La investigación de los movimientos sociales desde la sociología y la ciencia política. Una propuesta de aproximación teórica, España, Universitat Autònoma de Barcelona, Papers 56, 1998 257-272,

Zemelman, Hugo (2012), “Sociedad y sujetos: el análisis de coyuntura y su dimensión ética”, Documento de Trabajo para la Red de Metodología

Zimerman, Héctor José (2013) Holocausto y proceso. Desde el nacimiento del nacional socialismo hasta el inicio de la Segunda Guerra (1ª parte). ANALES Nº 43. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. U.N.L.P. 2013

Notas:

1.            Sobre ello podemos encontrar los informes periodísticos de los periódicos el Tiempo, el Colombiano, el Espectador, La silla vacía, el Heraldo, el nodo entre otros, ellos se pueden consultar en: http://www.nodal.am/2016/04/colombia-el-uribismo-realiza-hoy-su-marcha-ciudadana-contra-el-gobierno-del-presidente-juan-manuel-santos/, http://www.bluradio.com/127866/fotos-asi-van-las-marchas-del-uribismo-en-varias-zonas-del-pais, http://www.eltiempo.com/politica/partidos-politicos/marcha-del-uribismo-2016-contra-el-gobierno/16553169, http://www.eltiempo.com/politica/partidos-politicos/marcha-de-los-uribistas-2016/16552716, http://www.efe.com/efe/espana/mundo/el-uribismo-exhibe-su-fuerza-en-multitudinarias-marchas-contra-santos/10001-2885029, http://www.elcolombiano.com/colombia/marcha-del-no-en-medellin-YC3859274, http://www.las2orillas.co/hasta-los-neonazis-salieron-a-la-marcha-uribista/ entre otras

2.            Robert Michels (2010) en su obra, Zur Soziologie des Parteiwesens in der modernen Demokratie; Untersuchungen über die oligarchischen Tendenzen des Gruppenlebens de 1911, donde plantea una Ley de hierro de la oligarquía que se fundamenta en que las organizaciones en la medida que crecen se burocratizan y especializan ante escenarios más complejos, que permite la creación de una elite, atendiendo a la necesidad de tener liderazgos con el fin de ser más eficientes, y atendiendo a la psicología de masas se crean cultos a la personalidad del líder que es capaz de demostrar capacidad de resolución de problemas, lo que a su vez elimina la democracia porque se elimina el poder del pueblo.

3.            Entre ellos encontramos el 12. Considerando los enormes sacrificios de sangre y de dinero que toda guerra exige del pueblo, el enriquecimiento personal por razones de guerra debe de ser estigmatizado con un crimen contra el pueblo. Pedimos, pues, la confiscación de todos los beneficios de guerra sin excepción.

4.            Y aun que dicha homogeneidad y disciplina de partido no se evidencio en las elecciones regionales de 2015, si se puede apreciar cohesión cuando los mismos son llamados a marchar

5.            En donde sus seguidores, hablan como el, discuten el tema que el quiere y defienden lo que dice, además de que incluso compran http://www.las2orillas.co/hasta-los-neonazis-salieron-a-la-marcha-uribista/

6.            Sobre ello podemos rememorar lo dicho por Zemelman referente a  los riesgos de navegar en un bote están presentes aunque ocultos cuando, en lugar de navegar en él, se navega en un gran barco. (Zemelman, 2012, p.2)

7.            Sobre ello se puede consultar a Josep Pont Vidal en su  texto, La investigación de los movimientos sociales desde la sociología y la ciencia política. Una propuesta de aproximación teórica, Papers 56, 1998 257-272

8.            1. entendida que la misma es el pueblo quien es el soberano

9.            4. Es nuestro desafío Todo colombiano tiene el deber y la obligación de trabajar por la paz, en aras de cumplir con el mandato constitucional que nos insta a propender el logro y mantenimiento de la paz

10.          Es semejante a lo dicho por Eichmann y recogido por Hannah Arendt  en su libro Eichmann en Jerusalén. Un estudio acerca de la banalidad del ma, allí se aprecia como el mal, se acerca aun sin ser percibido, asi como lo expresa Arendt;  “Y los jueces tampoco le creyeron, porque eran demasiado honestos, o quizá estaban demasiado convencidos de los conceptos que forman la base de su ministerio, para admitir que una persona «normal», que no era un débil mental, ni un cínico, ni un doctrinario, fuese totalmente incapaz de distinguir el bien del mal”.

11.          Sobre este punto es necesario aclarar que desde que los paramilitares negociaron el proceso de paz con Álvaro Uribe, nacieron grupos disidentes, que se autodenominaron autodefensas, y aunque el gobierno de Uribe no quiso reconocer su fracaso, en la realidad desde dicho periodo continuaron actuando y copando las posiciones de sus antiguos jefes detenidos de la misma forma que lo hicieron en el pasado, estos grupos son entre otros: El clan Usuga, o Autodefensas Gaitanistas http://www.elespectador.com/noticias/politica/paro-armado-del-clan-usuga-se-vivio-36-municipios-del-p-articulo-625021, http://www.elespectador.com/noticias/politica/paro-armado-del-clan-usuga-aterroriza-poblaciones-antio-articulo-624775, http://www.eltiempo.com/politica/justicia/paro-armado-del-clan-usuga/16551291, http://www.elcolombiano.com/colombia/paro-armado-de-clan-usuga-atemoriza-en-medellin-y-el-pais-YG3855724,

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