Cientos de miembros del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) y padres de familia protestaron hoy por las calles de la ciudad por la clausura de 54 escuelas públicas, el número más alto de centros educativos de este tipo cerrados en la historia del país.
Durante la marcha por la ciudad, los manifestantes calificaron este cierre como un ataque a la educación pública en el tercer distrito escolar más grande del país.
Lewis acusó al alcalde de haber incluido en la lista de las escuelas a cerrarse a varias centros educativos que llevan los nombres de ilustres figuras afroamericanas.
"Ellos están cerrando escuelas que llevan los nombres de varios iconos afroamericanos. Están tratando de borrar la historia de una comunidad entera", dijo Lewis durante la concentración en la Plaza Daley previa a la marcha, en la que los manifestantes se dirigieron hacia la Oficina de las Escuelas Públicas de Chicago.
Lewis aconsejó a las comunidades afectadas a regresar a estos centros, a pesar de que estén clausurados, el primer día de clases e insistir a las autoridades en llevar a sus hijos ahí.
Entre los asistentes a la reunión y marcha figuraron varios grupos y padres de escuelas hispanas, algunas de ellas que aparecen en el listado de centros a ser cerrados.
También participaron padres de centros que finalmente no serán cerrados, como el caso de dos escuelas en el barrio Pilsen, la Academia Pilsen y Escuela Jungman, que a última hora no fueron incluidas en la lista de escuelas a cerrarse dada a conocer la semana pasada.
Tanto el alcalde como la jefa de las Escuelas Públicas de Chicago, Bárbara Byrd-Bennet, dijeron que estos cierres son necesarios para reducir el déficit presupuestario de mil millones de dólares que tiene este organismo.
Pero algunos hispanos presentes en la protesta no aceptan esta explicación, pues, afirman, la ciudad ha aprobado abrir nuevas escuelas privadas tipo chárter.
"Es una mentira, con el cierre de las 54 escuelas solo se van ahorrar el uno por ciento del presupuesto", dijo a Efe la organizadora voluntaria Rosalie Mancera, del grupo Alianza de Pilsen.
Mancera dijo que, a largo plazo, estos cierres podrían afectar a las opciones de reelección del alcalde: "Nuestro enfoque es sacarlo de la Alcaldía en las próximas elecciones".
Otros padres en el norte de la ciudad que marcharon por el centro de la ciudad dijeron estar preocupados por sus hijos, ya que ahora tendrán que viajar más lejos para asistir a una escuela pública.
Stacy Pérez dijo a Efe que sus tres hijos pequeños en Humboldt Park ahora tendrán que ir más lejos ya que su escuela, Lafayette, será clausurada por las autoridades.
"Nos trae dificultades para que ellos vayan a otra escuela", dijo Pérez, que agregó que no cree que la ciudad ahorre lo suficiente con el cierre de tantas escuelas porque "están gastando mucho en otros proyectos"
Para Lupita Morales, quien acudió a la protesta con miembros de la Escuela Rudy Lozano, del norte de la ciudad, el problema fiscal recae en los altos salarios de los dirigentes de las Escuelas Públicas de Chicago.
"Ellos ganan miles y miles de dólares, no creo que con el cierre de las escuelas resuelvan el problema. Ellos tienen altos sueldos y hasta chóferes", dijo Morales, que les pidió que "empiecen cortando su sueldo".














