Por: Mandinga /
En Bolivia se acaba de reunir el Grupo de los 77 más China , allí se reunieron los países del Sur del planeta, los países “en vía de desarrollo”, se reencontraron los intereses de “los países pobres“, de los excluidos del sistema económico mundial, se encontraron “ los países que no son la cabeza militar del mundo”, pero que aspiran a refundar la tierra en el marco de otros valores,
de otra visión, de otra multilateralidad, en el marco de un programa para la humanidad , para la supervivencia de la especie, para el equilibrio del planeta, para la existencia de los pueblos, independiente de su lengua, su estatura económica, de su capacidad imperial. Una propuesta de construcción colectiva para la humanidad, que poco a poco emerge y se construye entre los países excluidos del mundo, cada vez con mayor claridad, cada vez con más determinación.

Dirán algunos, hicieron una Declaración más de buenas intenciones, como las tantas que hacen los países imperialistas y cuyos efectos reales no trascienden los comportamientos impositivos, guerrerista y saqueadores de las potencias. “Más de 133 países hermanos, buscando formas accesibles para el buen vivir en la tierra, buscando un mismo futuro, un mismo destino", no es poca cosa, lo que dicen la tercera parte de los países del mundo. La construcción de un programa colectivo para la humanidad alternativo al capitalismo, donde los líderes de estos países se reconocen y se identifican, donde estos definen un camino distinto al saqueo y la expoliación. Algo está pasando en el Sur, algo nuevo está emergiendo.
Partir de la absoluta necesidad de un desarrollo sostenible, cuestiona y hace necesario un nuevo modelo civilizatorio. Las tendencias de consumo, de explotación de los recursos naturales, de interacción entre los países en el marco del modelo capitalista conllevan al exterminio del planeta y de la vida humana. Plantearse el respeto a la Madre tierra, la coexistencia pacífica no solo entre los humanos, sino también con el ambiente, genera compromiso a largo plazo, donde la humanidad necesariamente debe abordar la lucha frontal por recrear el mundo, el Buen Vivir, por reconocernos juntos los pueblos y los países construyendo futuro en medio de la diversidad y la igualdad .
Se construye y se le da continuidad a una alternativa colectiva entre los países y pueblos, antiimperialista y por la soberanía nacional; se encuentran en el terreno, trabajadores, indígenas, campesinos, mujeres y demás. Para decir aquí estamos unidos, no aceptamos la agresión y estamos dispuestos a defender nuestra soberanía, la de la Patria Grande, la de la patria latinoamericana. Evo, el indio, el que encarna nuestras raíces, va más allá: “ni se les ocurra a los Estados Unidos invadir Venezuela, continuar profundizando la agresión contra Venezuela, equivocarse nuevamente, seria construir un nuevo Vietnam, serán derrotados”.
“Todas las personas y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, para contribuir a ese desarrollo y para disfrutar del él”, se pone de primero los derechos de las personas, sobre los derechos del capital, de las mercancías, “del libre mercado”, ¡en el capitalismo las mercancías son libres, las personas no!… estos, los paradigmas construidos por el neoliberalismo, se caen por su propio peso, hoy lo primero son las personas y los pueblos. El neoliberalismo invade para el saqueo, ideológicamente impone para el consumo, culturalmente avasalla y extermina, el sistema financiero presta para la dependencia y el pillaje de la deuda eterna. Nos auto-reconocemos los pueblos en nuestros derechos y nos disponemos a hacer lo que sea necesario en medio de la dignidad, para ser consecuentes con estas justas necesidades y derechos de nuestros pueblos. El agua, el aire, el ambiente, la energía, los recursos, los reconocemos como bienes de todos.
“…No existe un modelo único de democracia, y que la democracia no pertenece a ningún país o región, y reafirmamos además la necesidad de respetar debidamente la soberanía, la unidad y la integridad territorial y el derecho a la libre determinación”… “Nos reconocemos en la diversidad, desconocemos el rasero gringo de la democracia que predican y no practican, cuestionamos en esta Cumbre y desde nuestros pueblos, denunciamos el doble rasero imperial para clasificar los países que se les subordinan y los que no. Países como Bolivia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina son cuestionados pos sus altos niveles de participación… la abstención en estos países ronda entre el 20 y el 25 por ciento; estos países donde la democracia representativa que ellos predican está siendo rebasada por los altos niveles de participación, de crítica, de movilización, por la nuevas formas de construcción de gobierno, de consulta a sus pueblos, de inclusión, de reconocimiento a lo diverso, a lo ancestral, a lo propio, de redistribución de la riqueza”. Denunciamos el doble rasero, donde la “democracia más fuerte y estable de América Latina”, tiene unos niveles de abstención, en promedio del 55 por ciento en los últimos años, donde los desplazados de conjunto suman la misma cantidad de personas que eligen al presidente… Esta Declaración nos convoca a reencontrarnos entre los pueblos y a construir entre nosotros nuevas formas de hacer y de vivir la democracia.
“Reconocemos que la pobreza es una afrenta a la dignidad humana y destacamos que la erradicación de la pobreza es el mayor problema que afronta el mundo en la actualidad”, decimos nosotros: reconocemos que el capitalismo mundial es el principal causante de esa pobreza, es el principal patrocinador de la misma, es el principal sostenedor de esa pobreza , sobre la pobreza se erigen “las potencias”, que lo digan los “países con los mayores índices de crecimiento” de América latina, los más neoliberales, los más hincados al imperio. A la vez, son los países que presentan los índices de mayor desigualdad. Si vamos a profundidad, ser consecuentes con este enunciado, es asumir una posición contra el capital, quedamos pendientes de mirar y ahondar si los intereses de los líderes son los intereses de sus pueblos, ahí estaría la esencia de la verdadera democracia, somos por esencia anti-capitalistas, anti-imperialistas… esperamos encontrarnos con los anticapitalista y antiimperialistas del mundo en esta oleada por la defensa de la humanidad, por la defensa de los intereses de todos, de las mayorías














