Por: Nicolás Sandino
"Al principio pensaba que estaba luchando para salvar a los trabajadores del caucho, después pensé que luchaba para salvar la selva amazónica. Ahora percibo que estoy luchando por la Humanidad". Chico Mendes.
Se cuestiona el expansionismo de Brasil como potencia emergente, pero también debe verse el contexto de historia latinoamericana, atiborrada del dolor que produce la explotación capitalista, la práctica macabra de un imperialismo que destruye todo a su paso, y el deterioro de las condiciones sociales y humanas de quienes habitamos, ésta, nuestra única y contaminada nave espacial.

Desde que nuestros pueblos enterraron el ALCA en 2004 en Mar de Plata, en aquella cita que contó con la fuerza, el carisma y rebeldía del entrañable comandante Chávez, Brasil cortó con las negociaciones del ALCA y así asumió una de sus primeras posturas independentistas, que bloquearon el proyecto norteamericano de “libre de comercio” para el continente.
El cambio de época
Los pueblos de Nuestramerica han protagonizado en las últimas dos décadas la irrupción de nuevos movimientos sociales y populares, la recomposición de los existentes y la revitalización de una nueva práctica de la izquierda, que llevó a la conquista del poder político por la vía electoral de los gobiernos, en la mayoría de las naciones de nuestro continente.
Los nuevos gobiernos democráticos y progresistas han confluido en importantes espacios de integración, unidad y cooperación; que claramente tomó distancia del Consenso de Washington. El nacimiento del Alba, Celac, Unasur, Mercosur es muestra de ello; donde Brasil juega un importante papel, además de estar en la consolidación de los Brics, motor de la reconfiguración de la correlación de fuerzas a nivel mundial y propulsor del nuevo devenir histórico de los pueblos, que luchan incesantemente por la independencia y la libertad plena.
Las decisiones recientes sobre los Brics han cristalizado la inserción de Brasil en un proyecto de creación de un mundo multipolar, que contradice y contraría a Washington. Obama ha tratado de minimizar las diferencias, pero ni siquiera el envío de Joe Biden a Brasil, ha logrado que Dilma Rousseff defina una fecha para la visita a Estados Unidos, suspendida cuando surgieron las denuncias del espionaje norteamericano.
Estas elecciones presidenciales
En momentos de contiendas electorales, se enfrentan las visiones de país de los candidatos, pero la balanza siempre se inclinará del lado de quien esté con los intereses de las mayorías, del que abrigue la esperanza de sus gentes y del que propicie la continuidad de políticas, que contribuyan al nuevo momento político de los pueblos del continente.
Los gobiernos de Lula y Dilma han desarrollo nuevas políticas públicas, que dejaron atrás los horribles tiempos de la dictadura, a la vez que han dejado sin resolver problemas estructurales, heredados de anteriores administraciones neoliberales, que por décadas estuvieron al servicio de los intereses del imperialismo norteamericano.
Brasil en el presente siglo se ha mostrado cauto, respetuoso, pero no distante y ha acompañado las nuevas búsquedas latinoamericanas y ha estado presente en los escenarios políticos de confluencia e interacción internacional, que toman distancia del dictado norteamericano.
Hay muchas cosas en juego en estas elecciones de Brasil, está en juego el futuro de un país con proyección internacional, en el marco de la lucha contra el hambre y la pobreza y en la profundización de la integración Sur-Sur. En síntesis, está en juego si Brasil sería otra vez un satélite de Estados Unidos y si efectivamente está llegando al agotamiento, la dimensión puramente comercial de la integración continental.
El futuro
La historia y lucha del pueblo brasilero ha contado con grandes héroes, como Chico Mendes, uno de los grandes propulsores del Ecosocialismo, unión de “socialismo y ecología, reforma agraria y defensa de la Amazonia, luchas campesinas y luchas indígenas, la supervivencia de las poblaciones locales humildes y la protección de un patrimonio de la humanidad el último gran bosque tropical no destruido todavía por el progreso capitalista”.
Luego de largos años de dictadura surgió el MST, uno de los movimientos sociales más importantes del continente, el cual logro canalizar el descontento de las mayorías; también son para destacar las grandes luchas sindicales de la periferia paulista, que dieron origen al Partido de los Trabajadores y luego a la Central Única de Trabajadores.
Y otro gran protagonista de esta nuestra historia es Paulo Freire, quien ropulsó la Pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora en el cual el pueblo va desvelando el mundo de la opresión y se va comprometiendo, en la praxis, con su transformación.














