Por: Michel Husson
Este libro, que quiere ser una introducción para un análisis crítico del capitalismo contemporáneo para ubicar las tendencias contemporáneas de la financiarización
No está tan lejana la época en que utilizar la palabra “capitalismo” bastaba para etiquetarte, incluso para descalificarte. En la década de los sesenta, uno de los manuales de referencia, el de Raymond Barre , tenía mucho cuidado en evitar ese término y prefería púdicamente utilizar el término de “economía descentralizada”. Hace relativamente poco tiempo que se ha decidido, en el debate público, llamar a cada cosa por su nombre. En el movimiento antiglobalización, la denuncia del capitalismo toma hoy el relevo a la del neoliberalismo y toda una serie de obras, sin ser necesariamente radicales, ya no dudan en hacer explícitamente referencia al capitalismo y a sus fallos .
Este libro, que quiere ser una introducción para un análisis crítico del capitalismo contemporáneo, persigue varios objetivos sencillos. El primero es definir qué es el capitalismo diferenciándolo de alguno de sus atributos: la moneda y el mercado, por ejemplo, que ya existían antes que él. Para esto es necesario un breve repaso a su génesis y su historia. También será necesario repasar las representaciones teóricas dominantes del capitalismo para demostrar su falta de rigor por una razón fundamental: la pretensión de la ciencia económica de querer reducir lo que es una forma de organización social a un conjunto de leyes tan exactas como las de la física no está justificada.
Hay que preguntarse a continuación qué tienen en común plasmaciones tan diferentes como son, por ejemplo, el capitalismo sueco o chino. Si las características propias de cada país predominaran sobre los mecanismos comunes, la noción de capitalismo sería la de una concha vacía. Incluso habría que ver si el capitalismo contemporáneo tiene algo que ver con el del siglo XIX. Así que hay que lograr explicar la existencia al mismo tiempo de las constantes del capitalismo y la diversidad de sus formas concretas. La historia reciente del capitalismo permite llevar a cabo esta exigente tarea. Lleva a distinguir dos fases históricas (que por pura comodidad llamaremos “Treinta gloriosos” y “capitalismo neoliberal") separadas por el “gran giro” de comienzos de los años ochenta del pasado siglo. En los dos casos se trata de capitalismo, pero su forma de funcionamiento no es la misma. Esta periodización es importante porque permite analizar con perspectiva la crisis actual y demostrar que en el fondo es la crisis de las soluciones aplicadas a la crisis precedente, la de mediados de los años 70. Esta propuesta implica que se precisen mejor las distintas acepciones del término crisis. Pero también tiene la ventaja de aclarar el callejón sin salida en el que se encuentra el capitalismo actual que entra, sin solución de recambio, en una fase de “regulación caótica”. En fin, esta periodización coincide en gran parte con la historia de la estructuración de la economía mundial. El capitalismo ha conquistado todo el planeta y esta mundialización ha modificado profundamente la arquitectura del mundo.
El hilo conductor de esta obra es que el capitalismo ha entrado en una era de “rendimientos decrecientes”. A riesgo de hacer de abogado del diablo, recordaremos que el capitalismo ha llevado a una progresión espectacular de la productividad del trabajo, que es el factor esencial de su dinamismo. Pero la difusión de estos aumentos de productividad y su transformación en progreso humano prácticamente siempre se han conseguido por la presión de las luchas sociales. Hoy esta redistribución se ve frenada en gran medida por el aumento de las desigualdades, que refleja una relación de fuerzas degradada en detrimento del trabajo y a favor del capital. Pero, incluso más profundamente todavía, el capitalismo contemporáneo se muestra cada vez más incapaz de integrar en su propia lógica la satisfacción de las necesidades humanas. Al contrario, reacciona con la mercantilización del mundo, que conduce a la exclusión de algunas necesidades esenciales: más vale no producir o invertir si esto lleva a una menor rentabilidad. En fin, las soluciones mercantiles, las únicas compatibles con la lógica capitalista, son manifiestamente insuficientes para responder a la amenaza del calentamiento climático. Por todas estas razones, el capitalismo contemporáneo está perdiendo su legitimidad y su principio de eficacia aparece hoy reducido, incluso irracional, en relación a los grandes desafíos de la humanidad
Cada uno de los capítulos siguientes merecería una o varias obras y ha dado lugar a abundante literatura. Este libro intenta relacionar, del modo más coherente posible, los diferentes aspectos del capitalismo. Por esta razón, alterna aproximaciones descriptivas y análisis más teóricos. También por ello, las referencias son abundantes. Son necesarias para conocer las fuentes utilizadas, justificar algunos argumentos o eventualmente remitir a desarrollos anexos. El conjunto de la bibliografía y de los enlaces de internet está disponible en esta dirección: http://hussonet.free.fr/capibib.htm.















