Por: Organizadores
El acto de reconstruir la Memoria, implica la revisión crítica y profunda de lo ocurrido para determinar no solo la responsabilidades sino las razones profundas que expliquen por qué ocurrió lo que ocurrió y así aportar en su no repetición
En la reconstrucción de la memoria no puede privilegiarse la voz y los relatos de los poderosos o de los victimarios directos o escondidos, sino que debe fortalecerse la voz de quienes han sido vulnerados, perseguidos, asesinados y negados.
De otro lado los relatos del horror padecido por miles de personas no pueden ser banalizados como anecdotarios, sino que estos deben avanzar hacia una revisión crítica y profunda de la historia de dolor, de esa violación de los derechos humanos, por un lado para identificar responsabilidades de los diversos actores (empresas, instituciones, sectores políticos, el Estado, personas, etc) sino que además, debe permitir la construcción de una relato que explique por qué ocurrió lo que ocurrió, a quien benefició, enre otras preguntas.
Esta búsqueda que pretende develar las razones profundas de los hechos para identificar esas claves que no deben jamás, repetirse en una sociedad, se configura en una apuesta ético-política sobre la base de la recuperacón de los sujetos políticos capaces de rehacer ese tejido social roto, retomar sus proyectos de vida colectivos y por ende constituirse en lo que son, activos actores históricos que construyen sociedad.
El derecho a la memoria es también un derecho colectivo, pues los pueblos y comunidades deben tener la opción de sembrar y conservar su memoria histórica.
Más aún en la actualidad, cuando esta opción se presenta, ante los efectos más negativos de la globalización (los procesos que tienden a masificar y homogenizar las culturas locales a través del mercado) como una forma de resistencia y de búsqueda de caminos alternativos de desarrollo.
Es por ello que varias organizaciones (Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, la Corporación Jurídica Libertad y el Grupo GIDPAD del CIDEH en asocio con la Facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura) , se articularon para realizar dos diplomados, uno tendiente a reconstruir relatos desde las víctimas (2014) y un segundo diplomado titulado Memoria, Historia y poder, para ahondar en la importancia ética, política, social del acto mismo de la reconstrucción de la memoria desde abajo, reconstruir tejido social, resistencias, proyectos colectivos de vida, fortalecer ese sujeto político dignificado que construye presente y futuro colectivo.
En este orden les invitamos al evento de clausura del diplomado, el próximo 5 de diciembre de 2015 de 9am a 12m en el Auditorio Principal de la Universidad de San Buenaventura Medellín.















