Por: REDACCIÓN JUSTICIA
El TiempoInforme de la Unodc revela que turistas ven a la capital antioqueña como destino para el consumo de estupefacientes y turismo sexual. Extranjeros llegan a la capital paisa movidos por la oferta de drogas y turismo sexual.
Páginas en Internet que solo pueden ser vistas en el exterior y que ofrecen rumba, droga y sexo en Medellín. ‘Party Hostels’, hostales con discotecas, billares y piscinas en las que el consumo de droga es abierto; y hoteles en los que se ofrecen “books” con fotos de supuestas prostitutas hacen parte del narcoturismo que mueven organizaciones ilegales ligadas al microtráfico en la capital antioqueña.
La denuncia la acaba de hacer la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), que, tras recorrer durante tres meses las calles de Medellín, la tercera ciudad que más recibe turistas en el país, encontró que estadounidenses, israelíes, italianos y alemanes llegan a la capital paisa movidos por la oferta de drogas y turismo sexual.
“El turista puede conseguir fácilmente la droga, según dicen más que el alcohol, y no encuentra ningún obstáculo para comprarla y consumirla”, señala el informe de la ONU, que fue realizado con la Alcaldía de Medellín (ver entrevista) y que se concentró en los sectores El Poblado y Candelaria.
La investigación encontró dos perfiles de usuarios de este tipo de servicios: uno de alto nivel que aprovecha sus viajes de trabajo para consumir “servicios sexuales que pueden extenderse hacia el consumo de sustancia psicoactivas”. Los otros ‘clientes frecuentes’ son los famosos backpakers o mochileros: “Cuando se hace la conversión de dólares a pesos todo es muy barato; tengo unos amigos puertorriqueños que vienen una vez al mes”, le dijo a la ONU George, un extranjero.
Otra de las alertas tiene que ver con el tráfico de mujeres de diferentes partes del país hacia Medellín y municipios cercanos para las llamadas ‘fiestas’. También, de sitios web, algunos alimentados por supuestos turistas, que describen la capital paisa como “ciudad de las drogas y del sexo”, las autoridades creen que se trata de un ‘gancho’ de bandas del microtráfico y de trata de personas. La Gobernación de Antioquia identificó la existencia de al menos 3.000 páginas de ese tipo.
“Lo que buscamos no es satanizar el turismo ni el proceso de internacionalización positiva de la ciudad, sino alertar a las autoridades”, dijo Carlos Pérez, vocero de la Unodc y quien lideró la investigación.
Según la ONU, existe cierta permisividad hacia el turista que debe ser corregida. “De acuerdo con lo manifestado por algunos entrevistados, el control de la Policía es muy poco. Muchas veces aceptan sobornos de los establecimientos para evitar requisas, además tienen como legado no molestar al extranjero”, señala la Unodc.
Ante la situación, 100 grandes operadores de turismo de Medellín acaban de ser convocados para que se conviertan en agentes de prevención. Aunque el narcoturismo se mueve especialmente en hostales informales, la ONU detectó que en reconocidos hoteles, empleados, especialmente los botones, ofrecen a los turistas un catálogo de supuestas ‘prepago’ que incluye fotos de menores de edad.
Alerta, ‘Visibilizar el problema es el primer paso’
Luis Fernando Súarez, vicealcalde de Gobernabilidad, Seguridad y Servicio
¿Qué tan grave es el problema de turismo sexual y de consumo en la ciudad?
El estudio evidencia que existe un problema en la ciudad. Nos llama mucho la atención que se descubrió que las páginas de Internet que ofrecen esos servicios en Medellín solo se pueden acceder desde el exterior y además se encontró que la problemática es mucho más frecuente en el sector hotelero y que hay taxistas que envían a los turistas hacia esos sitios de venta de droga y de trata de personas.
¿Son hoteles legales los que hacen esas ofertas?
No. Lo que se ve es el resurgimiento de unos hoteles y hostales informales que se prestan para estas situaciones. Igualmente hay un tema complejo y es que se alquilan apartamentos privados para ofrecer esos servicios y eso dificulta la acción de las autoridades.
¿Hay redes organizadas en ese negocio?
Sí, y se evidencia un grado de sofisticación frente a las páginas web. Hay factores como el microtráfico que nos pueden incrementar el problema, cuando combatimos las ollas ellos buscan otra forma de delinquir.
¿Temen que la ciudad sea estigmatizada?
La administración tiene la decisión de esculcar temas complejos como este y de visibilizarlos, porque es el primer paso para empezar a reaccionar. Hacer lo contrario sería esconder el problema y dejar que siga pasando.
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