Por: CNA
Colombia es un país de terratenientes que, de forma directa o usando gobiernos e instituciones estatales, despojan y se apropian violentamente de las tierras y los bienes comunes.
Foto: La Silla Vacía
No han escatimado esfuerzos en desatar la judicialización, el desplazamiento y la muerte de campesinas y campesinos que se resisten a abandonar sus tierras y que las han habitado por varias generaciones. Hoy, nuevamente, arremete con violencia contra hombres y mujeres que rescatan sus tierras en Chimichagua y Tamalameque, Cesar, de manos del capitalismo parasitario de “ganaderos y palmeros” que lo requieren para el agronegocio y la ganadería extensiva.
Siguen primando los intereses de los despojadores sobre los derechos de los despojados. Como en tiempos históricos, el campesinado colombiano no tiene “dolientes” y sigue sin esperanzas de que se resuelva la crisis de la tenencia o el acceso a la tierra para producir alimentos.
Los terratenientes y ganaderos siguen controlando al Estado en estos territorios. Los desalojos violentos en el Departamento del Cesar ocurridos hoy (4 de octubre de 2022) no contribuyen a ninguna paz real. Un pueblo despojado de su territorio y de su tierra solo amplia la crisis y la desconfianza a las instituciones que tienen la responsabilidad de proteger y dar salidas reales al conflicto social colombiano.
Desde el Coordinador Nacional Agrario, rechazamos y denunciamos públicamente las acciones violentas desatadas por el Secretario de Gobierno de la Alcaldía de Chimichagua, José Gabriel Florez, y por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), ambos serviles de los terratenientes despojadores y agresores de las comunidades legítimamente asentadas en sus territorios.
Sus actos defienden los privilegios de clase de la oligarquía terrateniente criminal, que gobiernos anteriores les han otorgado. Exigimos al gobierno actual, en cabeza de Gustavo Petro y Francia Márquez, que frene la violación de los Derechos Humanos, sancione a los funcionarios gubernamentales que incurren en agresiones y violencia contra las comunidades y recoja a las fuerzas represivas del ESMAD.
Llamamos a nuestras bases a prepararse y defenderse de las agresiones del Estado y sus fuerzas represivas en los asentamientos en todo el país, a denunciar cualquier acto que intente reprimir derechos individuales y colectivos, y a continuar en la construcción de alternativas autónomas y populares de nuestras territorialidades, única forma de autogenerar vida digna para todas y todos.
¡POR LA RECUPERACIÓN DEL CAMPO COLOMBIANO, VIDA DIGNA Y SOBERANÍA POPULAR!
Coordinador Nacional Agrario
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