Delimitación no basta para conservar páramos

Linea Conflicto Social y Paz

Por Santiago Valenzuela. El Colombiano |

¿Están protegidos los páramos en Colombia? ¿Dónde comienzan y dónde terminan? ¿Cómo se definen sus límites?

Paramo de Suamapaz. FOTO Donaldo Zuluaga

Responder con certeza a estas preguntas ha representado una tarea complicada para las autoridades ambientales: las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), el Ministerio de Ambiente y el Instituto Alexander von Humboldt. Desde febrero pasado, cuando la Corte Constitucional ordenó prohibir la minería en páramos, el Gobierno tuvo que agilizar el trabajo de delimitación de los páramos (solo uno tenía los límites definidos).

Un mes después de que se conociera el fallo de la Corte, el presidente Juan Manuel Santos presentó, con el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, la delimitación de ocho páramos: Miraflores, Sonsón, Los Picachos, Belmira - Santa Inés, Frontino-Urrao, Farallones de Cali, Paramillo y Tatamá. Los páramos delimitados suman cerca de 100.000 hectáreas, atraviesan 9 departamentos y 64 municipios. El Gobierno anunció estas delimitaciones antes de abril para que los alcaldes y gobernadores incluyeran los nuevos límites en los planes de desarrollo.

El presidente solamente ha dado el paso inicial, pues todavía falta la delimitación de 27 páramos en el país, según las cifras del Instituto Alexander von Humboldt.

La directora de esta entidad, Brigitte Baptiste, ha señalado que el proceso no será tan rápido como esperan los magistrados de la Corte, dado que el Minambiente tiene que emitir resoluciones de delimitación con base en los informes finales que elaboren las CAR. Si todo sale como está programado, este año quedarían delimitados 27 páramos de 35.

Con la delimitación de 8 páramos en menos de un mes, los expertos se preguntan si el Gobierno sí está siendo lo suficientemente riguroso. Ricardo Lozano, exdirector del Ideam y director de People & Earth, dice que “no se trata de poner una línea y decir: ahí está delimitado el páramo. El Ministerio de Ambiente tiene que decirle al país cómo está haciendo esta labor, porque no es lo mismo delimitar la estructura básica del páramo, teniendo en cuenta factores científicos como lo ha hecho el Instituto Humbolt, y delimitar las áreas teniendo en cuenta la compatibilidad con actividades agrícolas, ganaderas o mineras. Existen otros sectores que participan en esa delimitación del Ministerio”.

Para Lozano, un punto central es la revisión de los instrumentos “con los que se protegen los ecosistemas, como los de licenciamiento ambiental y el aprovechamiento de recursos naturales. Tenemos que revisar qué está haciendo la Anla (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) y las CAR frente a la planificación del territorio, que es la base para sostener la estructura ecológica principal”.

Consultado por EL COLOMBIANO, el Ministerio de Ambiente señaló que hoy se están “definiendo lineamientos generales para aplicar las delimitaciones”. Se espera que el próximo viernes se revise caso por caso las dificultades que presenta cada caso. En algunos páramos, como en el departamento del Cauca, se necesitará aplicar consulta previa. Una fuente del Minambiente que pidió mantener su nombre en reserva dijo que han existido “algunos inconvenientes en páramos como el de Miraflores por actores ilícitos que han minado terrenos. Se requieren todos los medios científicos y técnicos para estas delimitaciones”.

Las cifras del Instituto Alexander von Humboldt demuestran que los páramos de Colombia, en su mayoría, están desprotegidos. Estos ecosistemas, según la entidad, representan una extensión aproximada de 2.906.137 hectáreas, de las cuales 746.644 se encuentran en áreas de Parques Nacionales Naturales. Los páramos representan el 2 por ciento del territorio nacional, según el Instituto (ver infografía). Según la Agencia Nacional de Minería (ANM) hasta febrero estaban vigentes 473 títulos mineros en páramos.

La representante Angélica Lozano, de la Alianza Verde, ha estado atenta a la delimitación del Ministerio: “Ninguno de los 8 páramos delimitados la semana pasada tiene una problemática de minería legal tan grave como la que planteaba la delimitación del Páramo de Santurbán. En este sentido su delimitación era sencilla. Llevamos apenas 9 de 35 páramos delimitados a escala 1:25.000 y vamos a completar cinco años desde que se ordenó su delimitación”.

1. Páramo de miraflores y Los Picachos

El páramo de Miraflores abarca una extensión de 19.751 hectáreas entre Huila y Caquetá. Los Picachos, según el Minambiente, ocupa 23.872 hectáreas de Huila, Caquetá y Meta. En la delimitación de estos dos páramos participaron Corpoamazonía, Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) y Coranare.

El director de la CAM, Carlos Alberto Cuéllar, le contó a EL COLOMBIANO que desde hace nueve años han “blindado” el páramo “porque en ese entonces hicimos una declaratoria para consolidar el área como parque natural regional. Esto ha permitido blindar el terreno ante cualquier intervención minera y agropecuaria. De 126 mil hectáreas que constituye la zona de páramo, 106 mil están cobijadas bajo la figura de conservación”.

En 2014 hubo una polémica por la presunta explotación petrolera en el páramo de Miraflores. La Anla, en ese entonces, revocó la licencia para la explotación de cinco pozos de petróleo. Frente a las preocupaciones actividades productivas ilegales en la zona, Cuéllar dijo que “hasta el momento no hay reportes de población interviniendo esos páramos”.

El páramo Los Picachos goza de protección por estar dentro de un Parque Nacional que se extiende desde la Serranía de La Macarena hasta el piedemonte del páramo de Sumapaz. Se estima que en este páramo existen alrededor de 300 especies de aves.

2. Sonsón, Belmira , Paramillo y Frontino-Urrao

Antioquia es el denominador común de estos cuatro páramos que delimitó el Gobierno Nacional. Belmira, dice el Minambiente, abastece de agua a 1.100.000 habitantes del Valle del Aburrá, mientras que Sonsón, que tiene una extensión de 9.184 hectáreas, genera electricidad en La Miel I y II y El Edén.

El páramo de Sonsón fue delimitado por Corpocaldas y Cornare. De acuerdo con Diana Henao, jefe de la oficina ordenamiento ambiental del territorio y gestión del riesgo de Cornare, la delimitación comenzó en 2012, cuando el Instituto Humboldt reconoció el páramo de Sonsón: “Desde entonces empezó un trabajo para identificar si era un ecosistema de páramo. Realizamos estudios de detalle, sobre flora y fauna, ampliamos la escala para tener más detalle en la explicación. Un punto favorable es que la comunidad siempre ha identificado al ecosistema como páramo, entonces no hay mayor deterioro”.

Las amenazas del páramo, según Henao, son menores y se limitan a “las actividades de producción de carbón de leña y pastoreo, que afectan la biodiversidad. El paso a seguir consiste en desarrollar un plan de manejo para la zona. Hemos identificado 1.214 familias que subsisten económicamente allí. No deben ser reubicadas ni desplazadas, lo que contemplamos es compensarlas por sus servicios ambientales”.

De otro lado, el páramo Frontino-Urrao, delimitado por Corpourabá, Codechocó y Corantioquia, quedó con un área de 15.396 hectáreas. En el páramo, según el Minambiente, existe bosque húmedo premontano, bosque muy humedo montano y bosque pluvial montano.

El páramo de Belmira quedó delimitado con 10.622 hectáreas. En este ecosistema, Corantioquia deberá establecer un plan de manejo para regular las actividades productivas, principalmente la ganadería, que se desarrollan en la zona. También existe cultivo de papa en el páramo.

Por último está el ecosistema Paramillo, que está ubicado dentro del Parque Nacional Natural Paramillo. Fueron delimitadas 1.550 hectáreas. En la actualidad, dice el Minambiente, “se benefician 52.000 habitantes con suministro de recurso hídrico, se alimentan dos distritos de riego, y se genera electricidad en Urrá”.

3. Páramos de Farallones de Cali y Tatamá

Dentro del Parque Nacional Farallones de Cali, que tiene 206.770. hectáreas, fue delimitado el páramo Farallones con 2.070 hectáreas. En este lugar se conservan más de 300 especies de aves y nacen 30 ríos que abastecen a buena parte del suroccidente colombiano.

En mayo de 2015, el periódico El País publicó una investigación sobre la minería ilegal en el páramo Los Farallones. Parques Nacionales Naturales señaló, en ese entonces, que la afectación por minería ilegal había aumentado un 152 por ciento en el sector conocido como Minas del Socorro, ubicado en la vereda Peñas Blancas.

Hasta el año pasado, en el Los Farallones cerca de 622 hectáreas estaban afectadas por minería ilegal, mientras que en 2014 Parques Nacionales Naturales reportaba 255. En octubre del año pasado, el Ejército ordenó la instalación de una base de control para evitar el aumento de la minería ilegal en la zona. Entre tanto, Parques Nacionales adelantó 120 procesos sancionatorios por delitos ambientales en la zona.

No muy lejos de Los Farallones está el páramo de Tatamá, el cual fue delimitado con 10.930 hectáreas que están ubicadas en municipios de Chocó, Risaralda y Valle del Cauca. De acuerdo con Colparques, “en su territorio nacen afluentes que drenan las vertientes de los ríos San Juan y Cauca y en su parte más alta alberga el páramo de Tatamá, que junto con los de Frontino y El Duende son los únicos tres páramos de Colombia que no han sufrido alteración humana”.

Tomado de: http://www.elcolombiano.com/colombia/para-conservar-los-paramos-no-basta-la-delimitacion-KI3864185  04 DE ABRIL DE 2016

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