Por: Internacional Progresista
Mientras los medios de comunicación se centraban en si los Estados Unidos y el Reino Unido consideraban que Ucrania estaba suficientemente "agradecida", la OTAN redobló su peligrosa visión de un mundo polarizado que reafirma su papel de policía mundial.
Esta semana, los 31 Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunieron en Vilna, Lituania. El estatus de Ucrania como posible 32º miembro ocupaba un lugar destacado en la agenda, pero las crecientes divisiones al interior de la Alianza produjeron pocos compromisos concretos.
Mientras los medios de comunicación se centraban en si los Estados Unidos y el Reino Unido consideraban que Ucrania estaba suficientemente "agradecida" por los muchos miles de millones en ayuda militar que ha recibido el país, la OTAN redobló su peligrosa visión de un mundo polarizado que reafirma su papel de policía mundial.
Al igual que en Madrid en 2022, a los 28 países europeos, dos norteamericanos y un Estado entre Europa y Asia (Turquía) se unieron en la Cumbre los gobiernos de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. En la reunión del año pasado, la Alianza articuló una amplia visión de una "OTAN Global", que el Gabinete Internacional Progresista condenó en una declaración. La nueva Guerra Fría, advertía la declaración, no sólo entraña el riesgo de una confrontación directa con Rusia o China, sino que también podría convertir a terceros países "en lugares de conflicto indirecto por delegación, creando nuevas ‘zonas de sacrificio’ en nombre de la seguridad para los últimos en soportar el peso de la guerra".
Este año, los invitados de fuera del Atlántico Norte y el comunicado que los Estados de la OTAN emitieron en la Cumbre redoblaron la postura estratégica de la organización expuesta en la cumbre del año pasado: Las "ambiciones declaradas de China... desafían los intereses, la seguridad y los valores [de la OTAN]", lo que hace necesario un giro de la OTAN del Atlántico al Pacífico.
El gobierno chino condenó estas agudas críticas en el comunicado de la OTAN. "La OTAN, tras haber desestabilizado Europa, no debe intentar desestabilizar Asia-Pacífico y el mundo", declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino. "Más de 30 años después del final de la Guerra Fría, la OTAN –como legado de la Guerra Fría— sigue atrapada en una mentalidad de suma cero".
La OTAN insiste en que es una alianza defensiva. Pero su sangriento historial —incluidas las guerras a gran escala no provocadas contra Afganistán y Libia— contradice esa postura. Ahora, con los planes para crear Oficinas de Enlace de la OTAN desde Japón hasta Jordania, está claro que la agenda expansionista de la OTAN no se detiene en las fronteras de Europa. De hecho, el comunicado de la OTAN advertía de forma inquietante que ahora trataría de combatir la influencia extranjera en lo que llama su "vecindad meridional", África y Medio Oriente, donde la OTAN tiene una sórdida historia colonial.
El avance y los peligros de una nueva Guerra Fría deberían estar a la vista de todos. En la actualidad, las naciones del mundo gastan más de 2 billones de dólares anuales en armamento, de los cuales casi la mitad corresponde a los Estados Unidos. Mientras decenas de miles de personas mueren en el campo de batalla, se desvían valiosos recursos de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad: el hambre, la pobreza, la enfermedad y el cambio climático. Con la amenaza de la aniquilación nuclear cerniéndose sobre nuestras sociedades, el imperativo de desafiar la agenda bélica de la OTAN nunca ha sido mayor.
Como subrayó el Gabinete en la declaración del año pasado "La paz duradera sólo puede conseguirse mediante un marco de seguridad común que no permita la dominación de un país sobre otro, ni de un bloque sobre otro, sino que consiga desmilitarizar el planeta, luchar contra su pobreza y unir recursos comunes para garantizar la justicia social y ambiental". Al oponerse a estas prioridades existenciales, la OTAN ha revelado su preferencia por la dominación frente al imperativo de nuestra supervivencia".
En solidaridad,
El Secretariado de la Internacional Progresista
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