Paz, Participación y Desarrollo: Sujetos que participan, inciden y transforman*.

Fotos: VI Congreso internaciona REDIPAZ. 2019

El desarrollo, su concepción, su manera de implementarse, está en la base de los conflictos en el mundo, por supuesto en América Latina y en Colombia. El Gobierno, la élite que se ha hecho y hace contantemente al pode Estatal, imponiendo una forma de desarrollo que beneficia a pocos, a una élite que transita, como posibilidad de sostener sus privilegios y acumulación de capital, entre una guerra constante y una paz neoliberal, un péndulo que permite mantener el crecimiento de dichos mercados globales, una guerra y paz corporativa a la medida, anclada a territorios estratégicos concretos (Insuasty Rodriguez, 2017).

En esta lógica y modelo, a América Latina se le ha delegado (Fondo Monetario Internacional/Banco Mundial) la tarea de profundizar un modelo extractivo fundado en la acumulación por desposesión, materias primas y mano de obra a bajo costo, sin mayores restricciones ambientales reales, condiciones ajustadas a la medida de las necesidades corporativas (OXFAM, 2018).

En este marco, las comunidades afro, indígenas, campesinas, todas comunidades empobrecidas y los sectores urbanos igualmente vulnerables son los mayoritariamente afectados (Dussan Calderon, 2017). No solo sus territorios son objeto de expropiación violenta, sino sus valores, cultura, usos, costumbre, historias, hasta su lenguaje son objeto de eliminación, y en el mejor de los casos, de cooptación para dicho modelo de mercado, se trata de un retorno a las lógicas coloniales. Es una suerte de cuarta guerra global ahora, contra los pobres (migrantes, comunidades, sectores vulnerables, etc), como en su momento lo señalaron las comunidades Zapatistas en México (Comisión Sexta del EZLN, 2015).

Hoy las ciudades transitan hacia proyectos mercantiles, Ciudades Neoliberales que sustentan su actuar sobre un extrativismo urbano nefasto, que adecúa la urbe al mercado global aún por encima de sus habitantes (Insuasty Rodríguez, 2019).

Esta dinámica de expulsión rural y ahora urbana avanza de la mano de la violencia contra el ser humano y contra la naturaleza, una violencia directa o vedada, en donde el Estado juega un papel central, el de aceitar la maquinaria institucional a favor de los intereses del capital (Vega Cantor, 2012).

Por ello el llamado es a las organizaciones sociales y populares, a repensar ese lugar propio en este contexto hoy, sus resistencias y el lugar del Estado, evaluando las propias prácticas cotidianas, organizativas y de lucha (Velencia Grajales, 2010).

Éste ético propósito, requiere de un proceso de formación e investigación militante, que por un lado permita identificar cómo ese modelo avasallador funciona, se mueve y se estructura, como logra concretar y satisfacer su voracidad, sus relatos justificatorios, sus códigos, sus valores y lenguaje y, por otro lado, que posibilite identificar las propias practicas de lucha y resistencia, las agendas logradas, el cómo hemos logrado co-construir desde abajo, rutas de solución, esas otras alternativas en los territorios potenciando lo que ya existe e interconectando dichas co-construcciones, ancladas a territorios concretos.

Territorio, agendas y luchas.

Vemos un resurgir de movimientos por toda América Latina, diversos, en diversos territorios, con agendas comunes, procesos que se articulan en torno a: luchas contra el extractivismo, el patriarcado, la violencia, el neocolonialismo, así mismo, en defensa de la vida, el territorio, la naturaleza, el agua, la vida, los bienes comunes, el buen vivir, la producción y comercialización propia (Zibechi, 2014).

Sociedades en movimiento que permiten proceso de organización fuertes, diversos, reticulares, conectados, que respetan la diversidad y la autonomía de cada proceso, emerge en ellas un nuevo sujeto eco-social plural global, que ganan poder en los territorios.

Estos nuevos procesos tienen, además, una característica: paulatinamente van saliendo de los causes del Estado, no esperando soluciones desde arriba, sino, construyendo agendas propias, que permiten accione concretas de empoderamiento y de construcción defensa de sus territorios, sus usos, sus prácticas, su propia producción limpia, mercados justos, salud propia, saberes propios, formas otras de justicia y de poder, de defensa propia, todo de cara a ellos mismos, y no de cara al Estado. Así, estos procesos van saliendo de las relaciones hegemónicas dominantes (Zibechi , Movimientos sociales: nuevos escenarios y desafíos inéditos, 2006).

Van superando poco a poco, de la dominación avasallante del capital, dándole un lugar o un no lugar al Estado, partidos, instituciones que todo lo contaminan y van desarticulando todos los procesos desde abajo, por ello es muy importante darnos cuenta de quienes son en realidad nuestros escondidos enemigos (creencias, imaginarios, etc)

Así las cosas, es clave identificar, sistematizar y articular las luchas logrando avanzar en la concreción de agenda común de lucha desde los territorios, reconociendo la diversidad, superando la homogenización venga de donde venga

Medellín.

Vive la ciudad una fuerte imposición de un modelo de ciudad neoliberal, anclada al mercado global, una suerte de nuevos espejos por riquezas, en américa latina. Se venden ilusiones sobre discursos llamativos, pero vacíos, promesas de empleo, de ser los propios empresarios, etc., etc., mientras avanza la expropiación de las riquezas.

Vive hoy la ciudad un extractivismo urbano a todo nivel, que se amplia y profundiza, generando nuevas expulsiones, estructurando una institucionalidad al servicio de esa ciudad Neoliberal, aunque cueste esto, vulnerar mas a sus habitantes, despojar a sus pobladores, expulsarlos, negarles derechos, dilatárseles soluciones, esta es una expresión de la acumulación por despojo, acumulación por robo.

Las resistencias están dispuestas para al menos defender sus derechos, aún sin tener una agenda propia fortalecida pues, todo se hace más complejo en las ciudades donde, el reto es mayor.

Nos urge comprender que estamos luchando contra una hidra de múltiples cabezas, presentaciones y discursos, una de esas cabezas es el Estado hoy, las corporaciones, las instituciones articuladas en función de dichas corporaciones, etc... por ello, se requiere de sociedades en movimiento, que construyen agendas, que investigan, se forman, que resisten y que consolidan sus propias agendas, sus propias soluciones y en dicho proceso, logran darle un lugar a las instituciones (Estado, corporaciones, partidos, ONG, etc.), y no, amoldarse a ellas (Velez Rivera, 2010).

Vale decir que, las formas de comunicarnos han cambiado, la lógica de interacción también, esta debe saberse incorporar en las dinámicas de participación y lucha social desde abajo, lógicas de colaboración en la identificación de las causas de un problema y en la construcción colectiva de las soluciones, co-cooperación desde abajo (Boni, Calabuig Tormo , Cuesta Fernández, & Gómez-Torres, 2010).

Así mismo, al ubicar un lugar al Estado se da un lugar también a la cooperación internacional, transitar hacia formas horizontales que permitan a los procesos organizativos construir sus sociedades, su ruralidad, sus ciudades, evitando que la lógica del mercado neoliberal capitalista sea quién imponga su modelo. Así, el Estado y la cooperación son medios, no fines, si los entendemos como fines estas terminarán cooptando la energía de lucha de las organizaciones sociales (Astudillo & Insuasty Rodríguez, 2014).

Hemos de repensar el lugar nuestro, como organizaciones sociales, ante el Estado, y repensar el lugar que debemos darle al Estado, éste es un medio y no un fin para apalancar soluciones que previamente se han co-construido desde abajo.

Necesitamos aprender a escuchar, sistematizar, ahondar en estas experiencias, interconectarles, aprender de ellas, fortalecer procesos formativos en estas lógicas y dinámicas, fortalecer proceso de investigación que sistematicen, aportes y apoyen la construcción de categorías propias de lectura de realidad, construir con las comunidades, territorios colectivos, para fortalecer estos espacios otros, evitando que estos procesos sean parasitados, cooptados o destruidos por las viejas prácticas, por el poder corporativo o por el mismo Estado y sus instituciones. Así mismo, es muy importante, en colectivo, estar atentos a nuestras prácticas, estas pueden no aportar para nada a la participación, a la lucha social, aunque su narrativa diga que sí. Es clave garantizar practicas emancipatorias reales.

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*Este texto intenta recoger algunas de las ideas fuerza, del VI Congreso REDIPAZ: Paz, Participación y Desarrollo: Sujetos que participan, inciden y transforman, realizado en la ciudad de Medellin, en asocio entre Redipaz, la Universidad Autónoma Latinoamercana y la Personería de Medellín, allí confluyeron voces como de expertos como las de André Noel Roth, Alejandra Boni, Miller Dussan y Raúl Zibechi, así mismo, interactuaron en mesas temáticas voces de los líderes de comunidades y procesos barriales, académicos y la institucionalidad invitada.

**Escribe el presente texto: Alfonso Insuasty Rodríguez, docente investigador Universidad de San Buenaventura Medellín, integrante de REDIPAZ.

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Referencias Bibliográficas

Astudillo, T. G., & Insuasty Rodríguez, A. (2014). Paz, la tarea es fortalecer la participación social y popular. El Agora USB, 14(2), 329-336. Obtenido de https://revistas.usb.edu.co/index.php/Agora/article/view/44

Boni, A., Calabuig Tormo , C., Cuesta Fernández, I., & Gómez-Torres, M. (2010). La cooperación internacional para el desarrollo. Valencia: Universitat Politècnica de València. Obtenido de http://www.upv.es/upl/U0566378.pdf

Comisión Sexta del EZLN. (2015). El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista. San Cristobal (Chiapas - Mexico): EZLN.

Dussan Calderon, M. A. (2017). El Quimbo: extractivismo, despojo, ecocidio y resistencia. Bogotá: Planeta Paz.

Insuasty Rodriguez, A. (2017). ¿De qué hablamos cuando nos referimos al paramilitarismo? El Ágora USB, 338-352. Obtenido de https://revistas.usb.edu.co/index.php/Agora/article/view/3278

Insuasty Rodríguez, A. (9 de julio de 2019). Las Ciudades Y Su Papel En El Modelo Económico Capitalista. Caso Colombia. Obtenido de Kavilando: https://kavilando.org/lineas-kavilando/observatorio-k/7047-las-ciudades-y-su-papel-en-el-modelo-economico-capitalista-caso-colombia

OXFAM. (2018). Democracias capturadas: el gobierno de unos pocos. México: CLACSO. doi:DOI 10.21201/2018.3521

Oxfam. (22 de enero de 2018). El 1% más rico de la población mundial acaparó el 82% de la riqueza generada el año pasado, mientras que la mitad más pobre no se benefició en absoluto. Obtenido de Oxfam: https://www.oxfam.org/es/sala-de-prensa/notas-de-prensa/2018-01-22/el-1-mas-rico-de-la-poblacion-mundial-acaparo-el-82-de-la

Vega Cantor, R. (2012). Colombia en la geopolítica hoy. El Agora USB, 12(2), 367-402. Obtenido de http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1657-80312012000200006&script=sci_abstract&tlng=es

Velencia Grajales, J. F. (2010). Solos no podemos. Kavilando, 2(2), 113-115. Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3860496

Velez Rivera, R. (2010). Políticas públicas y agenda pública. Estrategias para la implementabilidad del derecho público con perspectiva territorial. Análisis de casos en Medellín. Ratio Juris, 103-116. Obtenido de https://publicaciones.unaula.edu.co/index.php/ratiojuris/article/view/165

Zibechi , R. (2006). Movimientos sociales: nuevos escenarios y desafíos inéditos. OSAL, 221-230. Obtenido de http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/osal/20110411090916/10Zibechi.pdf

Zibechi, R. (2014). Liberar el mundo nuevo que late en el corazón de los movimientos. Kavilando, 6(2), 7-14. Obtenido de https://www.kavilando.org/revista/index.php/kavilando/article/view/71/58