Por: Omar Eduardo Rojas Bolaños*.
Para erradicar el Falso Positivo hace falta acabarlo de raíz. Acabarlo significa generar estrategias para que no se adoctrine sino se forme; significa dejar de enseñar a odiar; significa dejar atrás el concepto de “enemigo interno”; significa dejar de considerar como “enemigo” a aquellos que no viven en el gueto o asisten a sus clubes.





















