Por: Eulalia Borja*, Yani Vallejo D**, Alfonso Insuasty***
El llamado al diálogo, al que se vio obligado el Gobierno, fruto de la presión social, ¿podría terminar en una excelente forma de dilatar, distraer y debilitar el creciente ejercicio de manifestación popular?. Creemos es importante un diálogo directo, eficiente y eficaz, no delegado a dirigencias sindicales, gremiales, ONG´s, alcaldes o partidos exclusivamente. Exige este reto, tejer otras formas y metodologías para que éste ejercicio no sea otro intento fallido más, a la par, es importante sin duda, mantener activa y en crecimiento, la movilización social.